Decenas de miles de mujeres han teñido de nuevo las calles de violeta en centenares de localidades este 8M. A falta de cifras oficiales, la Comisión 8M indica a este medio que en Madrid han acudido a la protesta unas 800.000 personas, 120.000 según Delegación de Gobierno, lo que indica una bajada de participación respecto al año pasado de un 65%. En Barcelona, la Guardia Urbana ha cifrado la asistencia en 50.000.
En Madrid, las reivindicaciones para reclamar igualdad efectiva y real se han centrado en cuatro ejes: las violencias, las fronteras, los cuerpos y la economía. Aquí se han articulado exigencias como una educación afectivo-sexual para toda la sociedad, la garantización de los derechos de las mujeres migrantes y racializadas mediante la derogación de la ley de extranjería. También la retirada del aborto del Código Penal, la despatoligizacion y acceso a la reproducción asistida de la personas trans o la responsabilidad del Estado en los cuidados, así como la ratificación del artículo 189 del Convenio de la OIT que afecta a las trabajadoras del hogar.
En Madrid ha habido un par de momentos de tensión. Uno de ellos se ha producido con la delegación de Ciudadanos, que ha tenido que abandonar la manifestación ante el rechazo que ocasionaba su presencia a un grupo nutrido de asistentes, que les han gritado "fuera, fuera, fuera". La Policía ha recomendado a los miembros del partido que abandonaran la marcha por seguridad.
Otro de los momentos se ha producido al final de la marcha. Varias mujeres de la Asamblea Abolicionista de Madrid han acudido a los pies del escenario donde estaba previsto que se leyera el manifiesto antes de que llegara la cabecera de la Comisión 8M, con quién mantienen un desacuerdo. Desde la Asamblea han denunciado que personas allí presentes la han agredido y quitado las pancartas, mientras que otras fuentes han señalado, por el contrario, una actitud agresiva por parte de las abolicionistas, que habrían intentado acceder a las inmediaciones saltándose el protocolo. Se han producido momentos de tensión, pero nadie ha resultado herido. La Policía ha formado un cordón policial que ha tenido separadas a estas mujeres durante la lectura del manifiesto.
Por lo demás, y como es habitual, la manifiestación del 8M ha transcurrido de manera tranquila, reivindicativa y festiva, al ritmo de batucada y canciones feministas. Una enorme presencia de mujeres jóvenes ha hecho que se escuchara a menudo una reivindicación de libertad y seguridad en el espacio público: el ya famoso "sola, borracha, quiero llegar a casa".
En cuartopoder hemos hecho un especial sobre la jornada y te hemos contado lo que ha ocurrido en directo.

19.30 h. Asamblea Abolicionista de Madrid denuncia una agresión
"Estamos sujetando la pancarta como podemos. Nos han pegado varias veces. Ha habido muchas agresiones a muchas compañeras", explica Irene, miembro de la Asamblea Abolicionista de Madrid a cuartopoder.es.
La Asociación Abolicionista de Madrid, que se encontraba cerca del escenario minutos antes de que se leyera el manifiesto, ha denunciado una agresión de personas desconocidas, que les han arrebatado las pancartas y han pegado a algunas de ellas. "Feministas veteranas que se han dejado la vida luchando han sido agredidas por gente que acaba a llegar", ha denunciado la portavoz de la asociación a cuartopoder.es, Ana García de Blas.
Aunque han dicho no conocer a estas personas, vinculan el incidente a su desencuentro con la Comisión 8M que organiza la marcha. "Llaman consenso a silenciarnos y eso no puede ser. Hay reivindicaciones importantes que no nos dejan debatir en los espacios", ha criticado la portavoz. Tras el incidente la Policía ha establecido un cordón de seguridad que separaba a las abolicionistas feministas, una veintena, del escenario donde se ha leído el manifiesto. Nadie ha resultado herido.