¿Sabes cómo juega una niña encerrada en una cárcel?

Fátima juega, nunca ha dejado de jugar. Juega incluso sabiendo que su vida está sometida a un encierro incomprensible. Encerrada está también su madre, sus hermanas, su padre, sus tíos. En el mismo encierro están todos sus vecinos.

Como Fátima, 2 millones de personas viven hoy en la cárcel al aire libre más grande del mundo. La población de Gaza, en su gran mayoría refugiados, sufre desde hace 9 años las terribles consecuencias de un bloqueo atroz por parte de Israel que les lleva a una falta de todo.
Les falta el agua, la electricidad, los alimentos.

El 80% de la población de la Franja depende de la ayuda humanitaria. Una ayuda que proviene casi únicamente del trabajo que hacemos en UNRWA. 

>>Y que hoy tú también puedes apoyar haciendo click en este enlace.

Hace 2 años Fátima probablemente también jugaba cuando las bombas volvieron a caer sobre su encierro. La ofensiva militar israelí en 2014 acabó con la vida de 2.100 vidas y provocó 400.000 nuevos desplazamientos. Más encierro y más falta de todo. Se perdieron hogares, se rompieron familias y la posibilidad de ganarse la vida. 

En su corta edad, Fátima ha sufrido ya tres ofensivas militares.
Solo ha podido aprender a jugar entre el encierro y la guerra. 300.000 niños y niñas como Fátima necesitan ayuda psicológica.

Seguimos exigiendo el fin de un bloqueo que entra ya en su décimo año y trabajamos para que Gaza pueda seguir resistiendo. Más de 900.000 personas acuden a nuestros centros de distribución de alimentos para poder dar de comer a sus familias y 240.213 niños y niñas refugiados van cada día a nuestras 252 escuelas en Gaza.

Hemos estado con la población refugiada palestina desde el
principio. Y nunca dejaremos de estarlo.

Pero no podremos continuar si estamos solos. Por eso, necesitamos tu compromiso firme con las población refugiada en Gaza. Tu compromiso es su esperanza.

>> Haz click en este enlace y hazte socio de UNRWA. Ayuda a Fátima y a miles de niños y niñas en Gaza.