CUBA
SOCIALISTA
Otra mirada a Cuba: ayer y hoy.
“El
verdadero hombre no mira de que lado se vive mejor, sino de que lado está el
deber; y ése es [...] el único hombre práctico cuyo sueño de hoy será ley
de mañana, porque el que haya puesto los ojos en las entrañas universales y
visto hervir los pueblos, llameantes y ensangrentados, en la artesa de los
siglos, sabe que el porvenir, sin una sola excepción, está del lado del
deber”.
José Martí.
Por
Deny
Oliva.
Nos
han pedido un escrito, medianamente abarcador e inteligible, acerca de nuestra
visión de jóvenes profesionales cubanos no ajenos a la vida política y
social de nuestro país, sobre los hechos acontecidos, que acontecen y los que
pensamos, acontecerán en la mayor de las Islas de las Antillas.
Con
gusto aceptamos el desafío, que sin duda alguna lo es, no sin antes
establecer lo que podrían ser las bases para abordar la lectura de las
líneas que vendrán a
continuación.
El
punto de vista que recibirán es una perspectiva arropada con bastante
parcialidad. Nosotros pensamos que la imparcialidad no existe más allá de un
grupo de profesionales que tienen que impartir justicia, ya sea en los
terrenos deportivos, en ciertos juzgados o en determinados círculos sociales
que pretenden serlo, simulan serlo, pero que no se dan cuenta que es algo
extremadamente difícil de conseguir, por no decir que intrínsecamente no
inherente a la condición humana. Pensamos que toda opinión, venga de donde
venga está impregnada de parcialidad. Nosotros no nos sacudimos de ella,
aunque si decimos que creemos tener todos los elementos que pueden hacer
llegar a una opinión sólida sobre todo lo referente a Cuba, incluyendo, por
supuesto, los errores y lagunas que sin lugar a dudas, ha habido y hay en la
sociedad cubana.
Pedimos
también que estas líneas se tomen con todo el respeto que merecen, no sólo
por ser una opinión expedida, sino y sobre todo, porque descansan en la
mayoría pública y clara de un pueblo que se merece todo y que ha resistido
de forma estoica el embate de la escasez y de la estrechez con mucha humildad,
con mucha modestia y con una nítida apuesta por su identidad nacional. Cuando
se hable de Cuba, cuando se hable de ese pueblo, cuando se emitan opiniones o
se lean, referentes a esa mayoría, habrá que hacerlo desde el respeto
absoluto, aunque se piense de manera diferente.
Algo
que nos parece indispensable para acometer la siguiente lectura es la
necesidad de dejar a un lado la presunción de hechos, y la capacidad que
tenemos de predefinir y prejuzgar aún sin saber o sin tener todos los datos
necesarios para hacerlo. Una experiencia que nos toca día a día, es que se
tienen tantas cosas asumidas sobre Cuba o sobre los cubanos, y en temas
políticos y sociales se ha hablado tan poco con nosotros, no decimos sobre
nosotros, que cuando se hace, cuando se deciden a conversar sobre temas afines
o sencillamente cuando se intercambian opiniones y pareceres, entonces afloran
asombros y la gente se sorprende continuamente. Claro, nosotros decimos, si
sólo nos están conociendo un poco más. Pero se han dicho tantas cosas... y
muy pocas por nosotros mismos.
Pedimos
que lean estas líneas con la certeza que vienen desde la sinceridad, desde el
cariño por nuestro pueblo, desde el mayor respecto que éste se merece, y
desde una posición abierta, con plena convicción y deseo de convocatoria de
conversación, ávida de todo intercambio, y con toda la disposición posible
para el diálogo. Un diálogo que nos enriquecerá a todos, y que permitirá
conocernos más, algo que creemos imprescindible.
Breve bosquejo histórico.
“Hay
un límite al llanto sobre las sepulturas de los muertos, y es el amor
infinito a la patria y a la gloria que se jura sobre sus cuerpos, y que no
teme ni se abate ni se debilita jamás; porque los cuerpos de los mártires
son el altar más hermoso de la honra....”
...Cuando se muere
En brazos de la patria agradecida,
La muerte acaba, la prisión se rompe;
¡Empieza, al
fin, con el morir, la vida!
José Martí.
El
tema Cuba es muy difícil de entender desde fuera. Nosotros pretendemos dar
algunos elementos a lo largo de este escrito para que los lectores puedan
tener una base más firme y sólida para comenzar a comprender las cuestiones
relacionadas con nuestro país. Pensamos que para empezar a conocer lo que ha
sucedido y sucede en Cuba hay que tener unas pequeñas nociones de la
historia, al menos reciente, del país.
Somos
un pueblo formado con dos vertientes básicas que conforman la identidad
cultural y nacional, que son; la española y la africana. Estas dos
aportaciones han logrado, en Cuba, una mezcla tal, que el mestizaje asombra a
quien llega al país. Todos conocen que la isla fue colonia española hasta el
año 1898, conocido en España como el año del desastre, precisamente porque
fue el año que marco la desaparición del reino como metrópoli y la pérdida
de sus colonias de ultramar.
Debemos
decir que lo ocurrido en el 1898 tuvo mucho que ver, o estuvo determinado en
gran parte, por las luchas por la independencia de una buena porción de la
población cubana. Las guerras por la independencia comienzan en 1868, en el
Oriente del país, dirigidas por hacendados criollos
[1]
, que no estaban de acuerdo con el orden colonial que regía en el
país, apoyados por esclavos liberados por éstos y que pertenecían a sus
plantaciones y propiedades. Esta guerra se prolongó hasta 1878, después de
extenderse por una gran parte de la isla, y pasando por una marcada desunión
entre la dirección política y militar que comandaba la contienda.
El
general español Martínez Campos, con gran prestigio dentro de las tropas
mambisas
[2]
lidera un diálogo con los principales jefes militares mambises
donde les proponía, en nombre de la metrópoli, que depusiesen las armas a
cambio de una serie de enmiendas y acuerdos donde no figuraba la independencia
del país. Esta propuesta fue acogida por la mayoría de la dirección por la
parte cubana, tanto la política como la militar, y aunque varios de los más
importantes jefes militares no estaban de acuerdo, efectivamente aquella
guerra terminó con la mantenencia del estatus de colonia para la isla.
En
1879, hubo un intento por encender la llama de la guerra en el territorio
cubano, en lo que se conoció como "guerra chiquita" y que duró
sólo unos meses. No fue hasta 1895, en el que comenzó, la que fue llamada
por José Martí
[3]
, la guerra necesaria. Martí realizó una labor gigantesca de
aglutinamiento de los cubanos dentro y fuera del país. Siendo más ingente en
el exilio cubano dentro de los Estados Unidos. En este país lleva a cabo su
trabajo más fecundo haciendo discursos, escribiendo artículos, discutiendo
con los antiguos jefes militares, visitando a los obreros, torcedores y
tabaqueros, llegando a tener ante ellos una ascendencia nítida y un
liderazgo, en principio criticado pero luego apoyado hasta las últimas
consecuencias. El estudia todos los pormenores y causas del proceso por la
independencia cubana y hace hincapié en la unidad de los hombres y corrientes
en pos de ese objetivo. Funda en 1892 el PRC
[4]
, que fue el ente político que organiza todo lo relacionado con el
levantamiento de 1895 y la continuación de la guerra, que a la postre
desencadenó en la intervención de los EE.UU en el conflicto entre la
metrópoli española y el ejercito mambí.
Cuba
se convierte en república en 1902, supuestamente, pues su constitución está
marcada por un clarísimo injerencismo norteamericano que tiene su máximo
exponente en la enmienda Platt, la que planteaba que EE.UU se arrojaba el
derecho de intervenir en Cuba cada vez que el gobierno norteamericano lo
creyese conveniente y además se adueñaba de una porción de territorio
cubano, que actualmente es la basa naval de Guantánamo.
Esta
etapa se conoce como el período neocolonial cubano o de la república
mediatizada, dado que todos los gobiernos que se turnaron en el país no
decidían nada que no contase con el beneplácito de la embajada
norteamericana o con la autorización directa del gobierno de los EE.UU. Fue
una época de entreguismo, donde la corrupción campeaba por su respeto, la
politiquería, las promesas incumplidas, la compraventa de votos y de
electores, y donde se vivieron varias dictaduras de corte sanguinario. Hubo
dos golpes de estado que llevaron a los militares al poder, donde la figura de
Fulgencio Batista cobró un protagonismo desdichado.
La Cuba pre-revolucionaria.
“Un
hombre que se conforma con obedecer a leyes injustas, y permite que pisen el
país en que nació los hombres que se lo maltratan, no es un hombre
honrado[...]. En el mundo ha de haber cierta cantidad de decoro, como ha de
haber cierta cantidad de luz. Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay
siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres. Esos son los que
se rebelan con fuerza terrible contra los que se les roban a los pueblos su
libertad, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles
de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana”.
José Martí.
La
situación de Cuba en la década de los años 40 y 50, es la de un país
políticamente corrupto en esencia. Casi todos los gobiernos de turnos eran
acusados de prácticas poco honestas, donde el robo de las arcas públicas, el
desvío de fondos estatales y la malversación, eran prácticas comunes. De
hecho, los dos golpes militares, el del 1934 y el de 1952, son, según la
junta de los golpistas, para llevar al país a un régimen de "orden
social estable". El gobierno era ocupado alternativamente por los
partidos conservadores con una política prácticamente semejante y sin
grandes diferencias, las que no iban más allá de los diferentes intereses
particulares o de grupos comerciales o industriales afines.
Sólo
en el año 1952, el Partido Ortodoxo
[5]
, con un amplio movimiento popular, impugnando tenazmente la
corrupción política y administrativa de los distintos gobiernos, y con una
prédica cívica muy sólida, logra ubicarse como una fuerza capaz de lograr
la victoria en las elecciones que debían tener lugar en el año 1952. Siendo
esta la principal causa del golpe de estado propinado por Batista (su
segundo), en contubernio con la embajada norteamericana en la Habana. Este
"cuartelazo", nombre por el que se conoció a esta acción
castrense, sembró en un sector de la juventud cubana de la época un germen
de rebeldía y los llevó a adoptar una posición más combativa y radical,
sumiendo al resto de la población en un mar de desilusión, desesperanza y
resignación de la situación que atravesaba en aquel entonces.
Económicamente,
Cuba era un país monoproductor; su principal renglón exportable era el
azúcar, y no tenía diversidad industrial alguna. Un país eminentemente
agrícola, con un comercio casi totalmente dependiente de las grandes
compañías norteamericanas.
Socialmente,
Cuba era un ejemplo más de la situación que tenían la mayoría poblacional
del resto de América Latina. Según censos nacionales de los años 1953, 1956
y 1957, el desempleo llegaba a la cifra del 40% de la población en edad
activa, siendo realizados en época de cosecha azucarera y no en tiempo muerto
[6]
, lo que hacia las estadísticas más suaves con relación a los
peores momentos. El 60% de los obreros agrícolas vivían en bohíos de techo
de guano y piso de tierra, sin agua corriente ni servicio sanitario. Sólo el
8% de los propietarios poseían el 70% de las tierras, según datos oficiales
entre 1945 y 1958. Alrededor del 25% de las mejores tierras cultivables
estaban en manos de propietarios norteamericanos. Más del 80% de las
viviendas rurales no tenían corriente eléctrica. En la ciudad, más del 70%
de la población debía pagar rentas que absorbían entre un quinto y un
tercio de sus ingresos.
En
cuanto a la educación, más del 50% de los niños en edad escolar no estaban
matriculados en ninguna escuela en 1958. En el curso 1952-1953, solamente el
9% de la población en la edad escolar correspondiente estaba matriculado en
escuelas de nivel medio. Más del 30% de la población cubana no sabía ni
leer ni escribir, siendo este índice terriblemente superior en el campo.
Se
ha estimado que la esperanza de vida el nacer, en la segunda mitad de los
años 50 era de menos de 60 años, aunque algunas fuentes hablan de 55 años.
El índice de mortalidad infantil en Cuba, en esa misma década, se calculaba
de forma conservadora, en más de 60 por cada mil nacidos vivos, siendo muy
superior en zonas rurales.
Esta
era, a grandes rasgos, la situación de Cuba en la década del 50. Era una
situación que una parte de la juventud, en una buena parte nacida en las
filas del Partido Ortodoxo, enriquecida de las aulas de la universidad y de
las filas de los sindicatos obreros, había decidido que era imposible cambiar
de otra manera que no fuese a través de la lucha armada contra la tiranía
batistiana. Y decidieron, justo en el año del golpe militar, crear un
movimiento juvenil denominado "Generación del Centenario", en
homenaje al centenario del nacimiento de José Martí, que se conmemoraba en
el año 1953.
Este
grupo de jóvenes, dirigidos por Fidel Castro, toman las armas e intentan
tomar la segunda fortaleza militar más importante del país, el cuartel
Moncada, en Santiago de Cuba al oriente de la isla, el día 26 de julio del
año del centenario. Aquella acción fracasó militarmente pero fue un triunfo
desde el punto de vista político ya que dio a conocer públicamente la
existencia de un grupo de jóvenes dispuestos a todo por llevar el ideario
martiano a vías de hecho. A raíz del proceso del Moncada, se publica todo el
programa revolucionario en el que se basaban los postulados del movimiento de
la "Generación del Centenario" que pasó a llamarse movimiento
"26 de Julio".
30 años de cambios.
"Tengo
fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud,
y en ti..."
José Martí.
Aquellos
mismos jóvenes son los que forman la base de lo que luego fue el ejercito
rebelde que llevó la lucha de guerrilla contra el ejercito batistiano y
posibilitó el triunfo de la revolución cubana en 1959, después de más de
dos años de enfrentamiento armado.
La
verdadera revolución comenzó en Cuba precisamente en 1959. El gobierno
revolucionario, consecuente con su programa político, empieza a decretar una
serie de leyes dirigidas, fundamentalmente, al cambio de las estructuras
económicas que diera la posibilidad de una distribución más amplia y sobre
la base de la igualdad, de las riquezas del país. En mayo de 1959, se
promulga la ley de reforma agraria que significó la erradicación del
latifundio en el país y dio un golpe definitivo a la propiedad extranjera
rural, al eliminar el control de una buena parte de las mejores tierras
cultivables por parte de las grandes empresas norteamericanas. Se entregó la
tierra a más de 200 mil familias campesinas. Las grandes compañías
norteamericanas dueñas de las comunicaciones y la electricidad, fueron
nacionalizadas en 1959.
En
diciembre de 1959, se promulgó la ley en la que se instrumentaba la primera
reforma integral de la enseñanza en el país, la que fue modificada en 1961,
perfeccionándose así el sistema nacional de educación. Lo mismo con
relación al sistema de salud pública, muy resquebrajado y desfalcado desde
el punto de vista financiero. En el país existían, en 1958, 98 instalaciones
hospitalarias estatales, de ellas solamente una rural. Se combate la
corrupción que había caracterizado al régimen precedente, se decide la baja
de las tarifas públicas y se reducen al 50% todos los alquileres. Es decir,
se tomaron un grupo de medidas encaminadas a revertir esta situación,
paulatinamente.
Todas
estas leyes y medidas, obviamente están dirigidas a obtener un nivel de
bienestar elemental en la parte mayoritaria de la población cubana que
carecía de tales servicios u opciones, lo que hacía de la vida de millones
de personas un poco menos que una especie de lucha por la supervivencia. A
todas estas, en Cuba ocurre una cosa muy interesante aunque nada sorprendente,
y es la salida del país de la mayoría de la fuerza profesional que existía
en el mismo. Ingenieros, médicos, profesionales en general, apuestan, en una
franca mayoría, por continuar sus vidas fuera de Cuba, escapando así de un
proceso, que la propaganda y los medios de comunicación de todo el mundo
occidental, sobre todo de los EE.UU, vaticinaba de carácter
"comunista", y que, por ende, iba en contra de sus intereses
particulares.
Esto
último crea un enorme vacío, desde el punto de vista económico, pues las
fábricas y empresas, que en una buena parte habían sido nacionalizadas,
había que mantenerlas produciendo pero tenía que ser sin la cooperación de
la fuerza más capacitada técnicamente. Cambian las relaciones de
producción, se le da una mayor participación a los obreros en las empresas,
llegando en un gran porcentaje a poner las entidades empresariales en manos de
los mismos.
Ese
éxodo de personal, en nuestra opinión, es algo que facilita la labor de
cambios tantos económicos, como políticos y sociales, ya que no sólo
significó la salida del país de la mayor parte de la fuerza altamente
calificada, sino que también trajo consigo la desaparición, del panorama
político de la mayoría de los partidos tradicionales y conservadores. Todos
los dirigentes, militantes reconocidos, en fin, la capa social de mayores
ingresos, la burguesía cubana, también se marchan, mayoritariamente para los
EE.UU, siendo la base de lo que ahora se denomina exilio cubano. Todo esta
migración comienza desde un poco antes del triunfo de la revolución, pero se
agudiza a partir de 1959.
Una
de las más grandes y ambiciosas medidas de corte social fue, sin lugar a
dudas, la campaña de alfabetización. Esta gran movilización de pueblo tuvo
lugar en los años 1960 y 1961. Tenía como objetivo llevar la enseñanza
elemental hasta el último rincón del país donde existiese una persona que
no supiese leer ni escribir, y que tuviese la voluntad de aprender.
Precisamente la falta de maestros y profesores, y más aún la gran demanda de
personas analfabetas, hace que en esta campaña participen jóvenes y
adolescentes. Es de sobra conocido en Cuba los ejemplos y anécdotas de los
voluntarios que iban, en plena adolescencia, durante un período de tiempo a
un lugar cualquiera del territorio nacional a vivir con la familia a
alfabetizar, y después de su entrega regresaban a casa con la satisfacción
de haber enseñado a un padre, una madre y los que se convertían en una
segunda familia. En esta movilización participaron nuestros padres, y en la
memoria mantenemos fresco, lo que significó para ellos pertenecer a esa
generación.
La
campaña de alfabetización obtuvo increíbles resultados pues se logró
llevar la enseñanza elemental a un porcentaje muy elevado de la población,
sobre todo en las zonas rurales y en las familias campesinas.
Ya
desde la misma victoria revolucionaria proliferan en el país elementos que
intentan remover el proceso que había comenzado adoptando una posición de
enfrentamiento armado. La mayoría de estos elementos, algunos estaban
vinculados al propio ejercito rebelde y al movimiento 26 de Julio, asumen esa
actitud pues ellos pensaban que después de la caída de la dictadura de
Batista, el orden social no iba a sufrir grandes transformaciones, incluso
creían que sería una repartición de poderes como de un gran pastel, y que
se mantendría el antiguo orden.
En
los primeros años se suceden una serie de atentados y sabotajes, en enclaves
sociales y económicos. Proliferan bandas armadas que operan en ciertas
regiones montañosas, principalmente en la zona central del país. Todas estas
bandas reciben avituallamiento logístico, apoyo material y financiero, desde
EE.UU, a través de la CIA y de otras organizaciones creadas también por
algunos de los que, anteriormente, habían abandonado el país. Es larga la
lista de víctimas inocentes de estas acciones, que actualmente caerían en la
calificación de terrorismo, y que aún en estos años actuales se
desarrollan, quizás con más sutileza.
Desde
el punto de vista económico, Cuba sufre las consecuencias de un comercio
totalmente dependiente y de un esquema de monoproducción. Desde los primeros
meses de 1959, se comienza a transformar la agricultura cubana y el gobierno
revolucionario se encamina a preparar lo que llamaba "industrialización
necesaria" del país. EE.UU veía todo el proceso con recelo y mantenía
un seguimiento cauteloso a cuanto sucedía en la isla. En 1960 llega el primer
funcionario soviético al país y firma varios convenios de colaboración,
esto no cae nada bien a Washington. EE.UU promueve la primera condena de Cuba
en la OEA
[7]
. Para profundizar el comercio con el bloque socialista y la Unión
Soviética se restablecen las relaciones diplomáticas con esos países y
comienza a llegar petróleo soviético. Las refinerías cubanas, todas en
manos de empresas norteamericanas, Texaco, Esso y Shell, se niegan a refinar
ese petróleo y son intervenidas. EE.UU decreta la anulación de la cuota
azucarera, que no era otra cosa que la cantidad de azúcar que le compraba a
Cuba, que era prácticamente casi toda la producción. Esta medida fue una de
las primeras de las que conformaron, poco a poco, lo que se conoce en
términos claros como bloqueo económico, y que en sectores norteamericanos se
denomina embargo. Económicamente, la ruptura de las relaciones comerciales
con EE.UU fue un golpe terrible pues significaba la pérdida del mercado
tradicional para sus escasos productos y la fuente fundamental, y casi única,
de suministro de materias primas.
Hay
que destacar que en esos primeros años del proceso revolucionario, se
intensifica, por parte de EE.UU, la intención de aislar al nuevo gobierno
cubano en el terreno internacional, presionando agudamente a los gobiernos
latinoamericanos, que en parte estaba compuesto por dictaduras militares
arropadas por la administración norteamericana. Esto llega a su máxima
expresión en el año 1962, cuando la OEA decide expulsar a Cuba de su seno.
Sólo México, dentro de la familia latinoamericana, no rompe relaciones con
nuestro país; el resto de los países de América Latina rompe las relaciones
diplomáticas y comerciales.
Esto
implica un aislamiento casi total, no sólo geográfica y físicamente, sino
desde el punto de vista comercial. Cuba se vio realmente acorralada y abocada
a un colapso económico muy importante, además de verse en el peligro real de
ser agredida militarmente. Es en estos meses cuando, por las razones que sean,
ya fuese por afinidad política o por actitud estratégica, la Unión
Soviética y el campo socialista de Europa del Este, comienzan una relación
cada vez más estrecha con Cuba; primero en el orden económico, y poco a poco
esta relación va a influir en otros aspectos de la vida cubana, política y
social.
No
es hasta abril de 1961, más de dos años después del triunfo de la
revolución, y en plena invasión mercenaria por Bahía de Cochinos, que se
proclama el carácter socialista del proceso revolucionario. Hasta ese
momento, las transformaciones acaecidas en el país, tenían un corte popular
muy importante, pero carecían de un planteamiento, políticamente, dirigido
hacia el socialismo. Es en ese momento que se habla por primera vez de este
rasgo.
Daremos
un salto en el tiempo en el período que abarca los años 1960 hasta la
década del 80; corriendo el riesgo de pecar por defecto y de abarcar mucho en
poco espacio, caracterizando esta etapa como la de profundización en el
proceso de transformación social, política y económica del país, y de
consolidación del socialismo en Cuba.
Es
medianamente conocido lo relacionado con los años en que Cuba entra a formar
parte del campo socialista. Nuestra opinión es que de esa relación, muy
estrecha, con el resto de los países socialistas, Cuba salió mucho más
beneficiada que perjudicada. Digamos que, haciendo un balance de todo lo
sucedido respecto a este tema, considerando lo aportado por Cuba y lo recibido
por nuestro país en su relación con el campo socialista, los beneficios son
tantos y tan importantes, que lo que pudo ser un error estratégico de cara al
futuro, se ve completamente compensado por todo lo logrado por el pueblo
cubano, en esos 30 años de intercambio.
Se
debe mencionar, que en esas relaciones comerciales prevalecía el intercambio
justo, los precios preferenciales y las ayudas al desarrollo, desde los
países con más desarrollo industrial hacia los que menos. A partir de su
incorporación al CAME
[8]
, Cuba crece económicamente a pasos agigantados, se diversifica su
economía, comienzan a desarrollarse en el país sectores que no tenían
antecedentes en la isla, aunque sigue basándose en la producción de azúcar
como principal medio de adquisición de recursos y divisas.
En
la medida que crece económicamente, el país lo hace socialmente. Se
incrementa el número de hospitales de todo tipo y de escuelas de toda
índole. Echan a andar con más fuerza los programas de desarrollo pleno de la
educación y la salud, alcanzando índices sociales que para el resto de los
países de América Latina eran, incluso son, un sueño aún no alcanzado.
Aumenta, hasta niveles destacables, la capacitación del personal técnico y
profesional. Paulatinamente el país, no sólo recupera, sino que va
adquiriendo una fuerza técnica que hoy día es reconocida por muchos. Todo
esto Cuba lo logra formando parte del campo socialista, y pensamos que de otra
forma hubiese sido prácticamente imposible alcanzarlo. Esta afirmación puede
verse apoyada echando un vistazo rápido y panorámico al resto de América
Latina, hoy en el año 1998. Más adelante volveremos sobre los logros del
proceso y del sistema cubano.
Claro,
no todo fue bueno de la relación con el CAME. Se fue creando una dependencia
económica importante. Creemos que no buscada ni deseada. Pensamos que las
circunstancias históricas llevaron al país, después de perder su relación
con su entorno natural que era Latinoamérica luego de que casi la totalidad
de países regionales rompieran con Cuba, a buscar una salida comercial y la
encontró en el campo socialista que le tendió la mano. Además de que,
realmente, las bases que regían las relaciones comerciales entre los países
del CAME, según nuestro parecer si tenían mucho que ver con las relaciones
que pensamos deben caracterizar las relaciones entre los países; donde haya
un intercambio justo teniendo en cuenta la historia misma del comercio entre
ricos y pobres. Luego, esta dependencia económica castigó fuertemente al
país después de la desaparición de ese campo socialista y, sobre todo,
después de la desintegración de la Unión Soviética.
También
hay que mencionar que la sociedad cubana, a partir de la estrecha relación
con el campo socialista, traslada muchos mecanismos, esquemas y estructuras,
desde los países de Europa del Este hacia el país, lo que, en algunos casos,
conllevó a establecer en éste las mismas soluciones a problemas parecidos
pero derivados de peculiaridades nacionales distintas. Este rasgo, en algún
momento, se asumió como un error que trajo consigo un gran movimiento a
escala nacional impulsado por la dirección del país, que se denominó
"movimiento de rectificación de errores y tendencias negativas".
Este
movimiento estaba dirigido a eliminar los errores, que ya se habían
detectado, que tenía la sociedad cubana en varios sectores. También se
buscaba, mediante este proceso, rectificar y perfeccionar algunas tendencias
nocivas que se habían instalado en algunos sectores de la economía nacional.
El proceso de rectificación comenzó en el año 1984-85, casi un lustro antes
de que ocurriera el inesperado derrumbe del bloque socialista, pero se vio
limitado en un primer momento, y luego aplazado completamente por los efectos
de ese suceso en la capacidad económica de Cuba.
Pasemos
a la repercusión que tuvo en la vida de la sociedad cubana, desde todas sus
aristas, la desaparición del campo socialista de Europa del Este y la
desintegración de la Unión Soviética, causa fundamental, no la única, de
la actual crisis económica que sufre el país. Comentaremos más adelante,
nuestra opinión sobre el modelo de sociedad cubana después de los cambios y
modificaciones realizadas en los últimos años a raíz de la crisis, y
hablaremos acerca de las medidas fundamentales tomadas, ya en período
especial
[9]
, con el objetivo de salir de éste y de garantizar un futuro
desarrollo social y económico, además de tocar algunos temas que resultan
siempre polémicos cuando se trata del tema Cuba.
Desaparición del campo socialista. Consecuencias.
"La
libertad cuesta muy cara, y es necesario o resignarse a vivir sin ella o
decidirse a comprarla por su precio."
José Martí.
La
desaparición de los países socialistas de Europa del Este, suceso graficado
por la caída del muro que separaba la Alemania Occidental de la Oriental, en
Berlín (1989), fue un duro golpe para nuestro país, agravado a cotas
máximas con la desintegración de la Unión Soviética en 1991. Para que se
tenga una idea de lo que significó este suceso para Cuba, se puede decir que
con éste, el país perdió en 2 años, el 80% del mercado para sus productos,
y de su capacidad comercial. La fuente tradicional de más de 30 años, que
suministraba materias primas para las principales empresas nacionales y
posibilitaba al país mantener su capacidad de exportación y de acceso a las
divisas.
Cuba
pasó de una capacidad de importación de 8 000 millones de dólares, antes de
la desaparición del campo socialista, a 3 000 millones de dólares en 1992.
El país importaba, antes de, para el funcionamiento de la industria de todo
tipo, un poco más de 13 millones de toneladas de petróleo, soviético en su
inmensa mayoría, y comenzó a recibir en menos de 2 años menos de 6 millones
de toneladas, para una reducción extremadamente drástica del combustible
necesario para hacer funcionar al país.
La
economía cubana se había convertido en una economía maquinizada, en un gran
porcentaje. La energía eléctrica, en más de un 95%, se genera en centrales
térmicas donde se quema petróleo como combustible, o sea, que
económicamente, el país depende de los combustibles fósiles para funcionar.
Lo mismo en la agricultura, los tractores y la maquinaria agrícola se habían
apoderado de la inmensa mayoría de los campos de Cuba.
En
muy poco tiempo la producción nacional cayó estrepitosamente. Todos los
planes económicos se vieron afectados al punto de tener que ser aplazados por
la falta de recursos materiales de todo tipo. La agricultura, las
construcciones, la pesca, la producción de níquel, las empresas de
maquinaria pesada, casi toda en colaboración con los países socialistas,
tuvieron que mermar sus producciones hasta niveles mínimos. Incluso muchas
empresas tuvieron que cerrar por falta de materia prima, pérdida de mercado o
falta de capital para poder enfrentarse a los cambios que acontecían.
Mientras
todo esto sucedía, se incrementaba mucho más el bloqueo económico de EE.UU
al país, dándose con mayor incidencia debido a la pérdida, de parte de
Cuba, de sus principales socios comerciales
En
el ámbito doméstico, la población vio caer en el mismo grado su poder
adquisitivo. El peso
[10]
comenzó a perder fuerza en la economía interna, pues las
mercancías desaparecían de los mercados por la escasez en la producción.
Aumentó el circulante monetario, dado que la gente seguía percibiendo
salario y no tenía como gastarlo, esto elevó la inflación y favoreció el
desarrollo del mercado negro.
Hay
que decir que una de las medidas que demuestran el carácter social del
proceso revolucionario cubano es que, a pesar de la situación en la que
introdujo el país, la dirección del mismo decidió que los trabajadores que
no podían continuar produciendo porque su empresa tenía que parar debido a
las circunstancias, debían seguir recibiendo el 70% de su salario aún sin
producir. Era un principio inviolable el no dejar a nadie desamparado ni en la
calle sin respaldo aún cuando económicamente agudizaba la situación.
El
dólar pasó, en el mercado negro, de unos 7 pesos en los años 80, a costar
150 pesos en el año 1993, tal era la depresión de la economía doméstica.
Había que hacer algo, había que adoptar modificaciones y tomar decisiones
para sacar al país de la situación en la que estaba.
Esos
años fueron de efervescencia de discusión, de una profusión importante de
debates, que convertía a toda la sociedad partícipe de las circunstancias,
tal como un agente activo. Esa participación fue máxima cuando en 1993, el
parlamento cubano debía decidir un paquete de medidas propuestas por la
dirección de la nación. Fue cuando nacieron los parlamentos obreros, que no
es más que la discusión por parte de la sociedad, en sus principales
sectores, productivos, de enseñanza, de salud, etc., se sumía en el debate
de los problemas fundamentales que aquejaban al país. En esa ocasión, con
los planteamientos recogidos en los parlamentos obreros, el parlamento
nacional decidió un grupo de medidas entre las que estaban, como más
importantes, la legalización de la tenencia y circulación del dólar dentro
del país (hasta ese momento estaba penalizada), la promoción del trabajo por
cuenta propia
[11]
(autoempleo o autónomos) y la necesidad del establecimiento de un
sistema impositivo en la isla, aparejado con este fenómeno, la modificación
del precio de varios productos que no eran de primera necesidad, como vía
para sanear las finanzas internas y eliminar el exceso de circulante. También
se decidió, lo que constituyó una reforma importantísima a nivel de la
propiedad de la tierra y la estructura de la agricultura cubana, la sesión en
usufructo gratuito, de casi el 60% de las tierras del Estado, a campesinos
individuales o agrupados en cooperativas y familias campesinas.
Claro,
no han sido las únicas medidas tomadas. Se modificó la ley sobre la
inversión extranjera, ya existente, ampliándola con nuevas variantes y más
flexibles, promoviendo la entrada de capital foráneo a la isla. Se ha
modificado la percepción de la empresa nacional, haciendo énfasis en la
eficiencia y la rentabilidad, además de aumentar la descentralización
empresarial dotando a las corporaciones de capacidad para importar y exportar
directamente, se asumió el turismo internacional como sector estratégico y
de futuro, para el desarrollo del país.
Todo
ello sin perder de vista los principios básicos que caracterizan a la
sociedad cubana actual y al sistema socialista cubano.
Proyecto y obra del Socialismo cubano
"Se
ha de tener fe en lo mejor del hombre y desconfiar de lo peor de él. Hay que
dar ocasión a lo mejor para que se revele y prevalezca sobre lo peor. Si no,
lo peor prevalece."
José Martí.
Habíamos
quedado en volver sobre los logros fundamentales del sistema cubano en el
orden social, e incluso económico, sobre todo en los últimos años que son
menos conocidos.
La población urbana en Cuba es de un 74.6%. La tasa de mortalidad infantil, en 1996, después de 7 años de crisis y de período especial, es de 7.9 por mil nacidos vivos, lo que coloca al país entre los primeros 25 países del mundo. Un dato que puede ser comparado con otros países subdesarrollados y que puede dar una idea de la capacidad asistencial es que el 99.8% de los partos, son atendidos en instituciones hospitalarias. La tasa de mortalidad materna es de 2.4 por cada 10 000 nacidos vivos.
La esperanza de vida al nacer es de 74.7 años como promedio. La cantidad de médicos, cifras de este año, es de 65 000, lo que da un médico por cada 170 habitantes. Hay 9600 estomatólogos en todo el país, lo que da un estomatólogo por cada 1148 habitantes. El 100% de la población tiene acceso a los servicios de salud dado su carácter gratuito.
El sistema de educación, aún en pleno período especial, se mantiene sin cerrar una sola escuela ni centro educacional. Hay una red de 32 centros de educación superior, abarcando cada una de las provincias del país. El personal docente que tiene Cuba da una tasa de 18.1 por cada mil habitantes, lo que da unas tasas por tipo de enseñanza que quedan de la siguiente manera; primaria, alumno por maestro: 13.0; nivel medio, alumno por maestro: 10.1; nivel superior, alumno por profesor: 4.9. La tasas de escolarización alcanzan el 99.7% en primaria y el 92.3% en el nivel medio. No obstante la crisis económica que enfrenta el país, en 1998 los gastos en educación ascienden a un 10% del PIB.
La mujer ha encontrado, en el proceso abierto por la revolución, un medio a través del cual ha podido desempañar un papel muy destacado, aumentando su aporte social de manera creciente. Actualmente la mujer es el 37.4% de la población económicamente activa. Ocupa, dentro de los cargos de dirección, un 29.2%, y dentro de la fuerza técnica y profesional de todo el país, un 64.0%.
El 91% de la población tiene
acceso a agua potable y más del 95% del territorio está electrificado.
Actualmente, más del 80% de la población tiene su vivienda en propiedad, es
decir, más del 80% es dueño de su propia casa.
Hay
que decir que, desde el punto de vista económico, muy poco se dice sobre lo
acontecido en Cuba en los últimos años. Ya mencionamos lo sucedido, de modo
general, antes y después de la desaparición de los socios comerciales de la
isla. Ahora bien, las medidas adoptadas por el gobierno cubano, han hecho
revertir la situación económica al punto que en los últimos cuatros años
la economía cubana ha crecido sostenidamente, menos este año 1998, en que
las previsiones iniciales de un 3%, se vieron afectadas por la crisis
internacional, por los malos resultados de la industria del azúcar que siguen
teniendo un peso muy importante en el total nacional, y por la afectación que
tuvo, sobre algunos sectores económicos, agrícolas e industriales, el paso
del huracán Georges, se pronostica un crecimiento algo mayor al 1%.
Después
de caer drásticamente hasta 1993, peor año de la crisis, la economía cubana
en los últimos cuatro años sólo ha crecido. En 1994 creció más de un 3%.
El crecimiento en el año 1995 fue de más de 4%, y en 1996 estuvo por encima
del 7%. El año pasado el crecimiento económico fue un poco mayor que el 3%.
Esto significa que en estos años todos los sectores de la economía han
crecido sin lugar a dudas, algunos pocos han llegado a niveles de producción
superiores a los que tenían antes del período especial, que es un estímulo
para todos los protagonistas en el orden económico.
Hay
que decir, que en el ámbito doméstico, aunque han habido mejorías, por
ejemplo, el dólar hoy tiene una equivalencia de 20 pesos, lo que comparado
con sólo 5 años atrás significa un aumento importante del poder adquisitivo
individual, lo que indica lo acertadas de la medidas tomadas en los últimos
años, aún son muy tenues y no se dejan sentir como se quisiera sobre la
población en general, siendo aún, tensa y apretada, la vida económica
familiar.
Hace
falta aumentar la producción nacional de toda índole, haciendo énfasis en
la calidad para aumentar también la posibilidad de exportar y obtener
divisas. Justo esta es una de las prioridades actuales y hacia ella están
dirigidas las principales acciones que se realizan en estos momentos.
La
economía cubana actual es propulsada por el sector del turismo, que ha
crecido en los últimos 10 años a un ritmo anual alrededor del 20%, tanto en
turistas, como en nivel habitacional, como en otros indicadores económicos de
relevancia. Queda claro para la mayoría, que esta industria, llamada la sin
chimeneas, es la que debe ocupar el lugar primordial en el desarrollo futuro
del país. El turismo ha provocado que otras empresas nacionales, con
asociación mixta o no, hayan comenzado el despegue productivo y comercial
después de algunos años de inactividad o de depresión.
Sólo
la industria azucarera no crece como se espera, y es necesario, dado su aporte
a la economía del país como un todo. Las cosechas y las producciones de
azúcar de los últimos años son las peores en mucho tiempo. En esto han
influido muchos factores, desde materiales, la escasez de recursos de toda
índole, hasta elementos de organización deficiente y falta de previsión. Lo
concreto es que la velocidad de la recuperación económica de Cuba pasa por
la capacidad de recuperación productiva que tenga la industria azucarera del
país.
No
hemos hablado hasta ahora que Cuba es quizás el país que ha tenido que
soportar las condiciones más difíciles y más duras, desde el exterior hacia
dentro, en el ámbito económico. Cuba tiene prohibido acceder a ningún
crédito de algún organismo financiero internacional, como el Banco Mundial o
el FMI. Ninguno de esos organismo le puede facilitar a nuestro país un solo
dólar. También es prácticamente imposible adquirirlo desde el BID, Banco
Interamericano de Desarrollo. Todas las batallas que tiene que librar el país
es a partir de sus propias fuerzas y sólo contando con el capital externo,
privado en su inmensa mayoría, para acometer un desarrollo pedido a grito por
los cubanos. De esto se habla también muy poco, cuestión que esta de moda
ahora en plena crisis internacional, cuando se habla de Rusia y el peligro que
encierra su situación y todos en el terreno internacional, los organismos
mencionados e incluso países, le destinan una ayuda determinada. Lo mismo con
el sudeste asiático o con Brasil. Hay peligro de crisis, y ahí están los
organismos financieros internacionales, con sus recetas neoliberales y con su
dinero. Ningún país puede caminar sólo y Cuba tiene que hacerlo con un
nivel de soledad elevado.
Otros
cambios importantes en el país han tenido lugar a nivel del aparato central
del estado y en el sector bancario. Otros, que ya se están produciendo, son a
nivel empresarial y referentes a las relaciones interempresariales.
Con
relación al aparato central del estado, los ministerios han cambiado su
misión en la inmensa mayoría de los casos, y sobre todo los que son de ramas
productivas. Sólo trazan políticas generales y controlan. También se ha
reducido el personal en estas instituciones, en unos más que en otros, pero
en todos en un número considerable, siendo la optimización de la plantilla
un rasgo común e imprescindible.
La
banca cubana ha dado un salto de varios años en su desarrollo y
funcionamiento. Se ha reestructurado, han aparecido nuevos tipos de bancos,
otros se han fusionado, y la modernización se ha asumido a tal punto que es
una de las tareas que más rápidamente han avanzado en términos tangibles y
notables.
Creemos
que el período especial ha llevado a medidas que se iban a tomar
inevitablemente, pues tenían que ver con las soluciones a problemas y
errores, ya detectados al iniciarse el movimiento de rectificación, que no
pudo continuarse. Para nosotros, dado que pensamos que el problema cubano es
eminentemente económico, tiene una transcendental importancia las últimas
decisiones relacionadas con el sistema empresarial cubano, impensables hace
sólo unos pocos años.
Las empresas tienen, por decreto, un grado de autonomía importante. Tienen que ser rentables y eficientes forzosamente sino están destinadas a desaparecer. La empresa, a partir de estas modificaciones, gestiona su propia fuerza laboral y es la responsable del salario de sus trabajadores, a partir de un nuevo sistema salarial a escala nacional. Las empresas administran una buena parte de sus ingresos, después de pagar los impuestos al estado y tienen que lograr su autofinanciamiento dentro del objetivo social que le da vida. Estas medidas son una muestra nítida de la descentralización de que ha sido y esta siendo objeto la red empresarial cubana, cuestión que debe aportar frescura a la vida económica.
Las empresas han comenzado a exportar e importar directamente, por lo que la competencia ha llegado al sistema empresarial, de manera que una empresa nacional para subsistir, crecer y desarrollarse tiene que aumentar su productividad y disminuir sus costos, ya que un cliente, igualmente nacional, compra allí donde encuentre el producto que busca, con más calidad y mejor precio.
Todos estos cambios se han realizado buscando perfeccionar el sistema socialista cubano y cuidando el no perder lo que, sin dudas, son logros incuestionables de la revolución y del socialismo. Si hay que volver a subrayar que todavía estos cambios, aunque ya han están haciendo crecer la economía nacional, no tienen la repercusión que hace falta en la economía doméstica. Si estamos convencidos que esos resultados se verán a corto y mediano plazo, y que la población cubana irá mejorando su nivel de vida poco a poco, tal como es el objetivo del sistema y de la revolución.
Diríamos con plena convicción, y podemos debatirlo, que lo logrado por Cuba en los últimos años, dentro de todas las condiciones adversas que hemos mencionado hasta aquí, de bloqueo, de desventaja financiera y de acoso, sólo ha sido posible por el sistema participativo y de apoyo popular, que se ha alcanzado a lo largo de todos estos años de proceso revolucionario y que ha calado hondo en la conciencia del pueblo. Sólo así, mediante un sistema basado en la solidaridad y no en el dinero, un país puede soportar lo que ha tenido que soportar Cuba. Claro, no exento el camino de errores y desaciertos.
Rectificación
de errores y tendencias negativas. Ineficiencia.
"¡Sólo perdura, y es para bien, la riqueza
que se crea, y la libertad que se conquista, con las propias manos!."
José Martí.
Ya
hemos tocado este tema. Sólo mencionar, un poco más claramente, que mucho
antes de que desapareciera el campo socialista y sin llegar a imaginar que la
Unión Soviética pudiera llegar a desintegrarse, algo que no estaba en la
mente de la mayoría de los cubanos, nos habíamos dado cuenta, a fuerza de
cotidianidad, que habían cuestiones dentro del sistema que tenían que
cambiar, y otras que mejorar. Se habían identificado una serie de problemas
que lastraban, sobre todo la economía de forma general, y los servicios en
particular. Problemas en la agricultura y la ganadería, en el sector de las
construcciones, y en otras ramas productivas.
La
dirección del país elaboró varios programas que echaron a andar en el año
1985. Programas que abarcaban casi todos los problemas identificados, y que
estaban en pleno desarrollo cuando dejó de existir el socialismo en Europa
del Este. La rectificación se había convertido en una prioridad y se hablaba
de buscar cambios y modificaciones pero dirigidas a perfeccionar el sistema
socialista, no a destruirlo.
Poco
después comenzó la perestroika en la URSS, enarbolada por la glasnot, y que
condujo a aquel gigante, que había ocupado un lugar trascendental en el
balance del mundo moderno y que tanto había aportado, al margen de errores
cometidos, incluso a las sociedades occidentales, a la desintegración más
bochornosa. La glasnot llevó a la Unión Soviética a la desintegración, por
el camino de la destrucción de su propia historia, por el camino de las
críticas destructivas y por la vía clara de la pérdida de la identidad
nacional, aprovechando muy bien las diferencias culturales y la pluralidad
entre las diferentes repúblicas que componían el mosaico soviético.
Algo
si debe quedar claro del proceso de rectificación de errores que comenzó en
Cuba, y que a nuestro modo de ver, ha continuado en medio del período
especial, es que éste si ha tenido como objetivo muy claro, el buscar el
perfeccionamiento del sistema socialista y no su destrucción. La
rectificación cubana ha tocado a muchas ramas sociales y fundamentalmente a
la economía pero sin apartarse de los principios claves que sustentan al
sistema socialista. Por supuesto, si ha removido, y lo sigue haciendo, las
cuestiones que generaban ineficiencias y que, después de un serio y profundo
análisis crítico, quedaba claro que estaban carcomiendo al propio sistema.
Modelo
electoral.
"Un hombre que no vota es como en un ejército
un soldado que deserta."
José Martí.
Una
de las cuestiones que también se revisó, dentro de aquel fuerte movimiento
de rectificación de tendencias negativas, fue el modelo de democracia popular
o de participación del pueblo, tanto en lo referente a la elección de los
órganos de gobierno como a lo relativo a su participación en la toma de
decisiones. A raíz de aquel análisis se modificaron algunos acápites de la
ley electoral vigente que garantizaba un mayor protagonismo de la población.
Intentaremos explicar de la manera más breve posible el modelo electoral
cubano.
La
nación está conformada por provincias, las provincias están formadas por
municipios y éstos están constituidos por circunscripciones. Por tanto, el
elemento básico de la estructura electoral es la circunscripción. Cada
circunscripción aporta a un delegado, al que le corresponde un asiento o
escaño, a la Asamblea Municipal del Poder Popular. Este delegado es el
representante directo, por cada circunscripción y por ende de los habitantes
de ésta, allí en el órgano de gobierno municipal.
Se
realizan elecciones cada 2 años y medio para elegir a los delegados por
circunscripción, para componer la asamblea municipal, y cada 5 años para
elegir a los delegados a los órganos de gobierno provinciales y nacional, que
son las Asambleas Provinciales del Poder Popular y la Asamblea Nacional del
Poder Popular (Parlamento). Es en extremo difícil, pero intentamos dar una
idea gráfica del proceso electoral cubano en la figura 1.
Figura 1.- Sistema Electoral Cubano
Todo
comienza con la formación de las Comisiones Electorales a todos los niveles
(Municipal, Provincial y Nacional). Estas comisiones están compuestas por
representantes de las organizaciones que agrupan a todos los sectores sociales
del país, en ella están los obreros, trabajadores de todos los sectores,
estudiantes, intelectuales y artistas, deportistas, mujeres, campesinos, etc.
Dichas comisiones se conforman a partir de las propuestas realizadas en cada
una de estas organizaciones no gubernamentales, esto quiere decir que los
miembros de las comisiones, en cada nivel, salen desde el seno de todas las
organizaciones que tributan a éstas y donde están representados todos los
sectores sociales del país. Estas comisiones tienen la tarea de organizar,
gestionar, dirigir, controlar y ejecutar todas las actividades relacionadas
con el sistema electoral, y están dirigidas por los sindicatos (obreros),
también en todos los niveles.
El
primer paso se da en las asambleas de vecinos en el ámbito del barrio. Estas
asambleas, donde deben asistir todos los electores que radican en ese barrio,
son el lugar donde se realizan las propuestas para candidatos a delegados,
tanto a la Asamblea Municipal, como a la Provincial como a la Nacional. Las
circunscripciones están compuestas por varios barrios, en dependencia de la
densidad de población de los mismos. Es aquí donde cada ciudadano tiene y
ejerce el derecho de proponer, de elegir, de ser propuesto y de ser elegido.
También se realizan asambleas en los centros laborales, en las que se pueden
proponer a las personas que creemos reúnen las cualidades para representarnos
en los órganos de gobierno a cualquier nivel.
En
estas asambleas vecinales, y laborales, se escuchan las propuestas a
candidatos a los órganos de gobiernos a todas las escalas. Cada propuesta va
seguida de su argumentación de parte de quien la efectúa, donde explica las
cualidades del propuesto y el por qué el cree que debe ser candidato a esa
responsabilidad. Toda esta asamblea se realiza en público, tanto las
propuestas como la votación inicial, donde se decide cual de los vecinos
serán los candidatos, por el barrio, a la Asamblea Municipal y cuales,
vecinos o no, serán los candidatos para la Asamblea Provincial y cuales a la
Nacional o Parlamento.
Los
candidatos a la Asamblea Municipal, decididos en las asambleas de vecinos,
conformarán la boleta de la que saldrá el delegado por la circunscripción.
Esta boleta es la que tendremos en nuestras manos el día de las elecciones
por la parte del órgano de gobierno municipal. Será el delegado, el que
tenga el 50% +1 de los votos de los electores de esa circunscripción,
condición indispensable.
Los
candidatos a las Asambleas Provincial y Nacional, van a formar parte de una
bolsa, al nivel que sea, que va a manos de la Comisión Electoral
correspondiente. Hay que aclarar que los candidatos a estos órganos de
gobierno, pueden ser propuestos en cualquier lugar, ya sean de la Provincia o
de la Nación. Quiere decir que, en el barrio, se puede proponer para la
Asamblea Provincial, lo mismo a un vecino que a uno que no lo es, lo mismo a
nuestro vecino que a nuestro profesor, éste último no vive en el barrio pero
trabaja en la provincia y como tal tiene derecho a participar o de formar
parte de órgano de gobierno provincial. Lo mismo sucede en el caso del
Parlamento. En el barrio se puede elegir como candidato a diputado a un
vecino, que puede coincidir o no con el propuesto o elegido para la Asamblea
Municipal o para la Provincial, o a alguien que no lo sea. Es decir, podemos
proponer para diputado, lo mismo a un vecino nuestro, que a aquel deportista
que incluso no vive en la provincia pero que creemos reúne todas las
condiciones para pertenecer al Parlamento. Todo radica en que la propuesta sea
aprobada por la mayoría absoluta y pública de la asamblea de vecinos del
barrio.
Decíamos
que los candidatos iban a una bolsa que llegaba a la Comisión Electoral
correspondiente. Éstos llegan allí con el mero acompañamiento de su
biografía social y sus méritos como ser social, donde se detallan sus
aportaciones a la sociedad y donde está plasmado todo el prestigio que los
candidatos tienen ante los demás. Es a partir de aquí que comienza, para las
Comisiones Electorales, una labor ingente que los lleva a cada barrio, a cada
empresa, escuela o institución, realizando consultas para conformar lo que
será la propuesta final de las comisiones, para formar las boletas que serán
presentadas a la población, que es quien elige directamente, y con su voto
secreto, a los delegados a la Asamblea provincial del Poder Popular y a los
diputados al Parlamento.
Estas
propuestas de boleta, que realizan las Comisiones Electorales a cada nivel,
son presentadas a los plenarios de las Asambleas Municipales, formadas, como
ya se dijo, por los representantes por cada circunscripción elegidos por el
barrio. Las Asambleas Municipales del Poder Popular son las que aprueban las
boletas definitivas que se presentarán el día de las elecciones a toda la
población. Si hay algún desacuerdo, o la mayoría de la Asamblea Municipal
no está de acuerdo con algún candidato que la Comisión Electoral
presentara, o con la mayoría, ese candidato o esa boleta debe ser revisada
nuevamente por la comisión hasta que todos los presentes en la boleta sean
aprobados por la Asamblea Municipal.
Es
decreto, que las Asambleas Provinciales y el Parlamento, estén compuestas por
un 50% de miembros propuestos, salidos de los barrios, y el otro 50% de los
miembros, también propuestos y elegidos desde el barrio pero que no vivan en
el barrio. Tal como mencionamos anteriormente, con el ejemplo del profesor y
del deportista.
Una
vez conocidos los integrantes de las boletas, que son los candidatos que
tendremos en nuestras manos el que pertenezcan o no a la Asamblea Provincial o
al Parlamento, podremos, en caso de no estar de acuerdo con alguno, visitar y
discutir con la Comisión Electoral correspondiente o con nuestro delegado a
la Asamblea Municipal que, en definitiva, vivió la aprobación de esa lista
en la propia asamblea.
La
única campaña electoral que se realiza, es la publicidad que se hace de los
méritos y aportaciones que han realizado, a lo largo de su vida, cada uno de
los candidatos que están en la lista o en la boleta. No hay pasquines
electorales ni promesas demagógicas, que además están bastante mal vistas
por la población en general.
El
día de las elecciones tenemos varias opciones. Una es no ir a votar, que
sería una manera de demostrar indiferencia y dejadez ante el panorama
político y social que nos rodea. La abstención es la regla de la mayoría de
las democracias occidentales, comenzando por las de EE.UU, que es el ejemplo
resplandeciente de este modelo. Otra es ir a votar pero votar en blanco, que
sería una posición tácita en contra del sistema como un todo. La otra
opción es ir a votar y efectivamente hacerlo.
Una
vez decididos a votar, tenemos la opción de hacerlo por todos los candidatos
(opción pedida por la dirección de la revolución), o por alguno en
particular, en detrimento del resto. Hay que saber que, para que un candidato
a delegado a la Asamblea Provincial o a diputado del Parlamento resulte
elegido, tiene que cumplimentar al menos el 50% +1 de todos los votos
sufragados por los electores. Eso significa que, si hay alguno que no lo
consigue, la mayoría absoluta de los electores de su circunscripción no cree
que deba ser o delegado o diputado. Si la mayoría de los electores votasen en
blanco, o sea, por ninguno de los candidatos, es que no están de acuerdo con
ninguno y eso implicaría el caos de todo el sistema.
Si
la mayoría de la población, ya sea en una circunscripción, en un municipio
o en el país, no está de acuerdo con el mecanismo, con la estructura o con
el sistema, sencillamente no va a votar o vota en blanco y hace que todo se
convierta en un caos. Sería la demostración más clara e indiscutible de que
la revolución no tiene apoyo popular. Esto significa que cada vez que hay
elecciones en Cuba, la revolución se somete a un referéndum popular.
También
hay que saber que todos los delegados provinciales, todos los diputados al
Parlamento, tienen que ser propuestos y elegidos a través del mismo sistema.
Tienen que haber sido propuestos por un barrio, o tiene que haber sido
propuesto en algún centro laboral o en alguna institución provincial o
nacional, tiene que haber sido consolidada su propuesta a través de todas las
consultas realizadas por la Comisión Electoral en todas partes, tiene que
haber sido aprobada su candidatura por la Asamblea Municipal del Poder Popular
correspondiente, al final y más importante, tiene que tener el 50% +1 de los
votos de los electores que acuden a votar. TODOS SIN EXCEPCIÓN tienen que
pasar por este mecanismo. Cada uno de los miembros del gobierno cubano tiene
que pasar por esta prueba eminentemente popular.
El
Parlamento elige, de sus miembros, al Consejo de Estado y al Presidente del
mismo, que funge como Presidente de la República de Cuba. El Consejo de
Estado es el máximo órgano permanente del gobierno cubano, que tiene que
rendir cuenta de su gestión al plenario del Parlamento. Y es éste, el único
órgano con capacidad legislativa del país.
Este
es, a grandes rasgos, el modelo electoral cubano. Puede estar lejos de la
perfección pero es el mecanismo y el modelo escogido por la inmensa mayoría
de los cubanos. Puede ser mejor o peor, eso no es lo más importante. Lo más
importante, a nuestro juicio, es que es el escogido por los cubanos aunque sea
diferente al modelo occidental que se nos quiere imponer desde fuera como
mejor. Repetimos, no entramos a discutir si es mejor o no, sólo defendemos el
derecho de decidir como gobernar dentro de Cuba, y exigimos el respeto de los
demás hacia lo nacional, aunque sea diferente.
Si
queremos resaltar que es muy difícil discutir el carácter participativo que
tiene el modelo electoral cubano. Es difícil no aceptar que tiene un
componente democrático real, en el momento que es la propia gente la que
propone y decide, con su voto, si quiere que un grupo de personas o una
persona en particular, esté o no en la dirección del país, a todos los
niveles. Hay que mencionar que todos los puestos, tantos los de delegados a
las Asambleas Municipales y Provinciales como al Parlamento, son de carácter
revocables, además, en cualquier momento.
Los
delegados municipales, esos de cada circunscripción, tienen que dar una
asamblea de vecinos, cada 3 o 4 meses, donde debe rendir cuenta, a quienes lo
propusieron y eligieron, de su trabajo y gestión. Los electores tienen el
derecho de revocar su responsabilidad de delegado en el momento que crean que
no está siendo merecedor de la confianza que han depositado en él. Lo mismo
para los delegados provinciales y los diputados.
Para
aumentar la eficacia del poder popular, y fue una de las últimas decisiones
adoptadas para perfeccionar el modelo de gobierno del pueblo, se crearon los
Consejo Populares, que mucho han demostrado ya. Los Consejos Populares están
formados por varios delegados municipales, por circunscripción, y por
representantes de las instituciones más importantes, industriales, de salud,
de enseñanza o de cualquier tipo, que radican en el territorio perteneciente
a este Consejo Popular. Está presidido por uno de los delegados y tiene
plenos poderes de gobierno y de acción en su territorio. Esta es otra manera
de "pegar", aún más, por así decirlo, el pueblo a las decisiones.
Aunque
las cifras suelen ser frías, no podemos dejar de darles las correspondientes
a las últimas elecciones, que tuvieron lugar en octubre de 1997, hace sólo
un año. En estas elecciones fue a votar más del 98.5% de la población; de
éstos, votaron por al menos uno de los candidatos, más del 97%, o sea, menos
de un 3% lo hizo en blanco. De esos que votaron por al menos un candidato,
más del 95% lo hizo por todos los candidatos, que era la solicitud que se le
hacía desde la dirección de la revolución. Las cifras hablan por sí
mismas.
Partido
único.
"Y pongamos alrededor de la estrella, en la
bandera nueva, esta fórmula de amor triunfante: ¡Con todos, y para el bien
de todos!"
José Martí.
Un
punto sobre el cual ya hemos hablado en esta exposición, aunque someramente,
es las guerras por la independencia cuando nuestro país era colonia
española. Habíamos dicho que el problema fundamental en la guerra de los 10
años (1868-1878), el que dio al traste con la contienda, fue la desunión
entre la dirección de los mambises, y la incapacidad de la mayoría de los
jefes militares y de la república en armas de lograr la unidad indispensable
para dirigir aquella guerra.
Muchos
fueron los jefes cubanos que se plegaron al pacto del Zanjón, aún cuando
éste no ofrecía la independencia de la isla entre las enmiendas que aceptaba
la metrópoli española. Otros, como Antonio Maceo y varios más, quisieron
continuar la lucha pero tuvieron que postergar la acción. Esta dicotomía era
una baza muy importante que había que resolver de cara a la obtención del
objetivo supremo que era la independencia de Cuba.
Justo,
esta es la estrategia de Martí cuando, desde el exilio, comienza a preparar
la guerra necesaria. Martí asume la tarea de agrupar a todos los que deseaban
la independencia del país y que estuviesen en disposición de entregarse a la
encomienda. Pero para agrupar a todos debe realizar una labor incansable de
convencimiento. Recorre varios estados norteamericanos, donde se concentraba
la emigración cubana. Realiza discursos, reuniones de todo tipo, escribe
artículos, ensayos periodísticos, lleva a cabo una labor especial con los
obreros, fundamentalmente con los torcedores y tabaqueros. Martí tenía muy
claro que sin la unidad de todos los cubanos independentistas, cualquiera sea
su corriente o su tendencia, era imposible lograr el objetivo supremo.
Después
de una labor de años, de un trabajo desgastador, Martí alcanza concretar un
paso decisivo, que siempre tuvo dentro de su estrategia preparatoria y
organizativa, y es la formación del Partido Revolucionario Cubano. Este
partido, que ya presentamos anteriormente, era el máximo exponente de la
unidad de los cubanos por su independencia. El PRC fue el órgano político
que organizó y dirigió la guerra de 1895.
Durante
el período de la república mediatizada o de neocolonia norteamericana, que
atravesó Cuba, desde 1902-1959, había un esquema político a la usanza de la
democracia representativa occidental. Infinidad de partidos políticos aunque
la alternancia del gobierno sólo estaba en manos de 2 de los mismos, con las
supresiones del orden constitucional a través de los golpes de estados que ya
conocen.
Debemos
referirnos a la situación política de los primeros años, después del
triunfo de la revolución, en 1959. Ya se ha mencionado el éxodo de personas
hacia los EE.UU y otros países. La inmensa mayoría de estas personas
pertenecía a la burguesía cubana, componía las clases altas de la sociedad
cubana y a los sectores de mayores ingresos. También eran los que componían
la mayoría de los partidos tradicionales, existentes en el país, antes de la
victoria revolucionaria. De manera que todos estos partidos desaparecen,
prácticamente, de la vida política cubana.
Al
triunfar la revolución, el panorama político cubano está formado por las
tres organizaciones que habían participado en la lucha contra batista. Está
el movimiento 26 de Julio, de corte popular y fundado por Fidel, tal como se
apuntó anteriormente, que dirigió la lucha contra la dictadura. También
está el Directorio Revolucionario, formado por la cúpula estudiantil
universitaria apegada a la revolución, que operaba sobre todo en las
ciudades, y tributaba a la lucha en las montañas con hombres y medios. La
tercera fuerza política era el PSP
[12]
, que se incorporó a la lucha armada en la última etapa de la
misma, y que era de los tres, el que más experiencia de organización
política tenía y el que más lejos llegaba en materia de conciencia
política entre sus miembros.
Todos
estos grupos políticos se relacionan entre sí en los primeros años después
de 1959. En el primer gobierno, formado justo la primera semana de enero de
ese año, el Presidente de la República es Manuel Urrutia
[13]
, y el Consejo de Ministro está compuesto por personas, que en su
gran mayoría, no habían tomado parte en la lucha armada. Sólo el ejército
está dirigido por los guerrilleros del ejército rebelde. No obstante, estas
tres organizaciones mencionadas, si mantienen una posición muy importante de
cercanía, con relación al gobierno.
Claro,
llega el momento en que el empuje de estas organizaciones al gobierno, en
cuanto a exigencias y peticiones de medidas más radicales de corte popular,
es tal que, hace que algunos de sus miembros dimitan y salgan del país;
primero fue el Primer Ministro (febrero/1959), puesto ocupado por Fidel por
propuesta del mismo ex Primer Ministro y por la demanda popular; y luego el
Presidente Urrutia (julio/1959), puesto ocupado por Osvaldo Dorticos. Hasta
este momento se mantienen las organizaciones mencionadas, con identidad propia
y autonomía.
Entre
1961 y 1962, se crean las estructuras en todo el país, de las ORI,
Organizaciones Revolucionarias Integradas, a las que pertenecían las tres
organizaciones populares que sustentaron la lucha contra Batista. En las ORI,
aún se mantenían con autonomía, estos grupos políticos. Es en 1965 cuando
se crea el PCC
[14]
, como actualmente se conoce, producto de un proceso de
unificación de las fuerzas políticas en las que se basa la revolución
cubana.
Este
partido no tiene mucho que ver con los partidos tradicionalmente conocidos en
el ámbito de la democracia representativa. En un partido con una base
eminentemente popular, como tiene que corresponder en una sociedad como la
nuestra, pero compuesto por los trabajadores con más prestigio y con más
méritos de la sociedad. Es un partido donde se discute y debate todo, y donde
las decisiones se toman de forma colegiada. Se promueve la discusión a todos
los niveles, se facilita el intercambio de opiniones, y basa el trabajo en la
crítica constructiva de su propia labor.
En
este partido caben todos los planteamientos de sus miembros, sean los que
sean, pues se supone que tales opiniones, las que sean, vienen desde el fuerte
deseo de la mantenencia de las conquistas alcanzadas por el proceso
revolucionario y que abarca a todos los sectores sociales.
La
idea básica de la existencia del PCC, en su forma actual, está en el PRC de
José Martí. El PCC mantiene el mismo objetivo supremo que es mantener la
unidad de la mayoría de los cubanos para bien de la MAYORÍA de los cubanos.
Hay también un apartado, que no por mencionarlo ahora es menos importante,
que es el hecho de que el partido pasa a ser una opción que garantiza la
unidad frente a la presión, sobre todo norteamericana y de una buena parte
del exilio pudiente de extrema derecha, y ofrece una garantía de identidad
nacional, mientras se mantenga la intención declarada de derrotar la
revolución.
Opinamos,
además, que el que haya infinidad de partidos no garantiza que exista
verdadera democracia, ni que la democracia real este asociada a la existencia
de mucho grupos políticos. Esto lo comprobamos a diario en el Tercer Mundo
donde hay cientos de partidos y hay plena incapacidad de remediar los
principales males de las grandes mayorías, que lejos de remitir, aumentan
cada año. Aumenta la cantidad de personas en extrema pobreza, aumenta la
distancia entre ricos y pobres, y cada día la distribución de las riquezas
nacionales es más injusta. Aumenta la concentración de los ingresos en muy
pocas manos, mientras que las mayorías tienen que repartirse lo mínimo. Todo
este panorama, en América Latina, Asia y Africa, incluso en algunos países
del Primer Mundo, se ha formado en una sociedad donde, supuestamente, está
garantizada la democracia. Eso, para nosotros, no es democracia real.
Pregúntesele, a quien tiene sólo un plato de comida al día, por quien
votará si no hay, uno tan siquiera, de los que le han prometido cosas, que le
interese verdaderamente si come o no.
En
Cuba se pretende un partido capaz de garantizar que se vean reflejados en él
la inmensa mayoría de la población. Se busca un partido que garantice la
participación popular en él y en los órganos de gobierno. Un partido donde
se ventile todo de manera abierta y transparente, y donde el debate sea el
sentido de su existencia y el mérito real sea su base ante el resto de la
sociedad. Pertenecer al PCC, en Cuba, tiene que ser un reconocimiento social y
moral, tal es su peso y fuerza ante la sociedad. Si el partido no tuviese ese
prestigio ante el resto de la población, nuestro sistema, hace mucho, hubiese
perdido el apoyo popular; y éste, el soporte del pueblo, que es su mayor y
mejor juez, cada día, y sobre todo en los últimos años, le da toda la
confianza a la dirección del país y del partido.
Diferendo
con EE.UU
"...ya estoy todos los días en peligro de dar
mi vida por mi país y por mi deber - puesto que lo entiendo y tengo ánimos
con que realizarlo- de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se
extiendan por las Antillas, los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más,
sobre nuestras tierras de América. cuanto hice hasta hoy, y haré, es para
eso..."
José Martí.
Este
es un tema eminentemente histórico, y que a pesar de eso, no pierde vigencia
dada la actitud de la administración norteamericana. Desdichadamente no
podemos dedicarle mucho tiempo a este punto pero no queríamos dejar de
mencionarlo.
Desde siempre, EE.UU considero a Cuba como un apéndice, en el mar caribe, de su territorio continental. Hay documentos oficiales, cartas, memorándums, etc., que demuestran que, ya a principios del siglo XIX, incluso de finales del XVIII, EE.UU ya veía a Cuba como lo que siempre debió corresponder a la Unión y que, por coyunturas históricas, pertenecía a la metrópoli española. Uno de los primeros presidentes del entonces naciente imperio, Thomas Jefferson, expresó con toda claridad a inicios del pasado siglo el interés de poseer la Isla.
En 1820, bajo la presidencia de James Monroe, Estados Unidos proclamó la teoría de la fruta madura, es decir, una vez separada Cuba de España debía caer en poder de su vecino del Norte. Los mandatarios que le sucedieron hasta el momento de la intervención militar de 1898, reafirmaron esa política. Se recurrió a presiones, ofertas de comprar la Isla y empleo de elementos anexionistas criollos, que propugnaban la anexión como único camino viable para el desarrollo del país.
La
expansión del territorio norteamericano por las tierras mexicanas del norte,
su ocupación por parte del ejército de los EE.UU, el sometimiento de los
indígenas de esas tierras, y su anexión total a territorio de la Unión,
alertó a muchos patriotas, sobre las verdaderas pretensiones, que sobre Cuba,
tenía EE.UU.
Es
José Martí precisamente, quien expone, de forma clara, un pensamiento
definitiva y nítidamente antiimperialista, que no antinorteamericano. Él, en
muchos discursos, escritos, artículos y documentos, hacía una
diferenciación tangible entre el pueblo norteamericano y los intereses de su
gobierno. Martí basaba su antiimperialismo en la intensiones de EE.UU de
expandirse a toda América Latina, fundamentalmente las naciones de Centro
América y el Caribe.
Por
ejemplo, en las actas fundacionales del PRC, queda expuesto explícitamente,
que el objetivo supremo del partido es la obtención de la independencia de
Cuba, y que a través de ésta, no se dejaría la lucha hasta obtener la
independencia de la hermana isla de Puerto Rico. La historia dio la razón, en
este caso, viendo la categoría de estado anexado a los EE.UU; llegándose en
estos momentos a una discusión, en esa isla del Caribe, de si la lengua
española debe ser una lengua que se mantenga a la altura de la lengua inglesa
y que deban decidir, con un referéndum, si desean seguir siendo una estrella
más de la Unión o si quieren ser un estado independiente.
Ya
en tiempos modernos, el máximo exponente del diferendo entre EE.UU y Cuba, es
el rígido, inamovible e inmoral bloqueo, al que está sometido nuestro país
desde hace más de 35 años, por parte de las administraciones
norteamericanas, y que, en los últimos años, se ha visto incrementado y
recrudecido. A continuación, les daremos algunos datos y haremos algunos
comentarios respecto a este tema.
Bloqueo.
"El hombre que clama vale más que el que
suplica: el que insiste hace pensar al que otorga."
José Martí.
Ya
hemos hablado de los comienzos del bloqueo económico norteamericano a la
isla. Siempre ha estado dirigido a derrumbar a la revolución. Lo que en 1961
fue totalmente oficial y público, con la supresión de la cuota azucarera y
la ruptura de relaciones diplomáticas, ya era un hecho desde el triunfo de
1959. Avionetas que despegaban desde EE.UU ametrallaban ciudades e incendiaron
cañaverales; desde EE.UU se estimularon y apoyaron abiertamente a los grupos
terroristas, concibieron y ejecutaron planes de atentados personales desde la
CIA. Financiaron y entrenaron a los mercenarios de la invasión por Playa
Girón.
En
virtud del bloqueo, cosméticamente llamado embargo, Cuba no puede acceder al
mercado de EE.UU, el mayor y más importante del mundo, ni a los organismos
financieros internacionales, ni a las fuentes de financiamiento corrientes.
Cuba tiene que realizar su comercio con las mayores desventajas en cuanto a
precios e intereses, por cuanto las empresas cubanas no pueden operar cuentas
en dólares, lo cual supone un extraordinario costo.
Cuba
está obligada a utilizar créditos comerciales de corto plazo, no solo como
capital de inversiones, sino también para inversiones y desarrollo, con tasas
de interés sustancialmente superiores a las del mercado mundial.
Cuba
no puede comprar en los EE.UU ni en sus subsidiarios ni siquiera un
medicamento, aún cuando sea imprescindible para salvar una vida. Terceros
países no pueden vender en ese mercado ningún producto con insumos de origen
cubano. Se incrementan sensiblemente el pago de los fletes por mercados más
distantes. Las empresas exportadoras e importadoras cubanas, como
consecuencia, compran un 5% más caro y venden un 3% por debajo, de lo que
lograrían sin el bloqueo. Se transmiten más de 200 horas diarias de radio,
desde EE.UU, mediante las cuales se calumnia a la dirección del país, y se
incita a la desobediencia y al terrorismo.
El
ciudadano norteamericano tiene totalmente prohibido viajar a Cuba, si va tiene
que ser a través de terceros países y se expone a multas de hasta 250 000
dólares e incluso privación de libertad.
En
los primeros años de los 90 se aprueba la ley Torricelli, por el congreso
norteamericano, destinada a sancionar a las empresas que comercializasen
productos con materia prima cubana, planteaba que ningún barco que tocase
algún puerto cubano podía tocar puerto estadounidense en menos de 6 meses,
etc. Luego vino la Helms-Burton en 1994, que era un poco más de lo mismo,
ésta plantea la posibilidad de presentar a tribunales norteamericanos a
empresas o ciudadanos de terceros países que tengan negocios en Cuba donde
estén involucrados bienes expropiados a antiguos ciudadanos o empresas
norteamericanas o que actualmente lo son, y mucho más.
La
política de bloqueo y guerra económica, que dura más de 35 años, ha
ocasionado, a Cuba, daños que superan la cifra de 60 000 millones de
dólares, cinco veces más el valor de la deuda externa de nuestro país.
Algunos piden cambios
en Cuba. Carlos Lage
[15]
, en 1996, planteó ante el plenario de la ONU:
"No
se puede obligar a un país a vivir en condiciones de plaza sitiada y exigirle
que se gobierne como si formara parte del más feliz y apacible de los mundos.
Algunos dicen que debemos cambiar, pero bloqueo y cambios son términos
opuestos y contradictorios... No estamos en contra de los cambios, sino en
contra del bloqueo, que nos impide hacer todos los cambios que quisiéramos
para perfeccionar nuestra sociedad socialista"
Cuba
no posee armas ofensivas, ni misiles nucleares. Cuba no tiene base militar en
territorio de los EE.UU. Cuba no ha bloqueado a EE.UU, sino al revés. Es al
agresor al que se le debe exigir y no al agredido.
Significado
de Cuba para América Latina y el mundo.
"Un error en Cuba, es un error en América, es
un error en la humanidad moderna. Quién se levanta hoy con Cuba se levanta
para todos los tiempos."
José Martí.
Habría
que comenzar diciendo que Cuba se constituye, en la alternativa más clara de
que las cosas se pueden hacer de otra manera a como se hacen en otros lugares,
siguiendo otros caminos y modelos diferentes.
Nuestro
país es el centro de mira de la inmensa mayoría de gente de izquierda que
quieren un orden social distinto, y que hace varios años habían perdido una
referencia nítida. Pero también es el centro de mira, esta vez como objetivo
a eliminar o al menos de desprestigiar, de las grandes oligarquías
financieras, de los grandes grupos de poder, tanto políticos como
económicos, que no pueden dejar que se levante un ejemplo exitoso, que
demuestre que, realmente, las cosas se pueden hacer de un modo distinto, donde
el HOMBRE ocupe el centro de la sociedad y ésta, no solo este formada por
éste, sino que este diseñada para éste y por éste.
En
Cuba se busca una sociedad solidaria, donde el compartir, el darse a los
demás y a sí mismo no sea un problema humano, que se sufra o se tenga. Se
tiene, a pesar de la crisis económica actual, una sociedad que le garantiza
al hombre una protección contra las enfermedades, contra el accidente, donde
ningún hijo se queda desamparado, todos tienen igual oportunidad de
asistencia médica, de estudiar; se tiene una sociedad que garantiza el
empleo.
Solo
una sociedad así puede generar a hombres desprendidos, hombres para los
cuales la solidaridad es una práctica sentida y demostrada, sin el otro
interés que no sea el bien que se hace, y el agradecimiento del que recibe
esa solidaridad, hay sobrados ejemplos. Hoy, en pleno 1998, hay más de 400
médicos cubanos trabajando en los más apartados rincones de Sudáfrica. Se
les convocó y se presentaron miles, se escogen y se van a servir a un pueblo
donde hay quien no conoció jamás a un médico, y allí desarrolla su trabajo
sin remuneración. Sudáfrica pone el alojamiento y la alimentación, le
facilita de alguna manera su trabajo y ellos están allí el tiempo convenido,
sin otro interés que no sea la salud de los atendidos y de sus pacientes.
Cuando
la revolución sandinista triunfó, Nicaragua pidió ayuda para mejorar el
sistema de enseñanza de ese país. Pidió dos mil maestros cubanos, pues
carecía de la suficiente fuerza técnica para llevar a cabo los programas que
deseaban. Cuando en Cuba se convocó a los maestros, se presentaron más de 10
000 de ellos. Cuando la contrarrevolución nica mató a algún maestro cubano,
de esos que estaban en plena montaña con los libros en la mano, se ofrecieron
más de 100 000 voluntarios cubanos, para ocupar aquellos puestos. Es una
labor solo comparada con los misioneros religiosos, pero desde la profunda
convicción solidaria formada en una sociedad solidaria.
Esos
ejemplos parten desde el Estado no desde una ONG. Si la mayoría de los
Estados desarrollados llevasen a cabo una labor internacional, como la
realizada y que realiza el gobierno cubano, apoyado por la sociedad cubana,
otros fueran los males del mundo, pero no los que tiene ahora donde se mueren
millares de niños cada hora, de enfermedades curables y evitables. Pero el
orden interno de esos países, y el que impera en el escenario internacional,
no se lo permiten aunque quisieran, sin embargo, Cuba, un país pequeño,
pobre y con serias limitaciones materiales, no solo puede, sino que lleva a
cabo trabajos eminentemente humanos en otros países del mundo, donde
necesitan lo que ya en nuestro país se ha resuelto de alguna manera.
Cuba
puede hacer esto debido a que está soportada por una sociedad diferente y que
sigue trabajando por ser diferente. Cuba sigue practicando la solidaridad
permanentemente y no a raíz de una catástrofe natural, como lo fue el
huracán Mitch para Centroamérica en días pasados.
En
este caso, y sólo hace 3 días (18 de noviembre de 1998), Cuba ha propuesto
oficialmente, lo que ha dado en llamar, "Programa Iberoamericano para el
desarrollo integral de la salud en los países centroamericanos afectados por
el huracán", que radica en que la comunidad internacional, entiéndase
España (Europa), la ONU, y los organismos internacionales, aporten una
cantidad determinada de recursos materiales, como medicamentos, material
paramédico, de cirugía, etc., y Cuba aporta más de 2000 médicos, o los que
sean necesarios, que irían, no sólo a las zonas más afectadas por el
último huracán, sino a todos los lugares de la región donde haga falta y
sin cobrar un solo centavo, además, por el tiempo que sea necesario.
Esta
es una propuesta realizada lejos de la demagogia y del populismo. Basada en
las tristes cifras e índice que muestra la región en materia de salud y que,
desde la parte cubana, se puede revertir con programas objetivos y reales, con
un mínimo de recursos materiales. La nota donde se dio a conocer
públicamente esta propuesta, en Tegucigalpa, Honduras, por parte del
canciller cubano, dice así:
"El huracán permanente de la pobreza y el subdesarrollo mata cada
año decenas de miles de centroamericanos cuyos cadáveres no aparecen en las
imágenes de televisión, flotando en las aguas o envueltos en el lodo,
conmoviendo al mundo. Son enterrados en silencio por sus familiares sin que
nadie se entere. El problema ahora no
es sólo llorar por los que han muerto, sino ocuparnos de salvar a aquellos
que silenciosamente mueren cada año".
Esta
es la sociedad que quieren hacer desaparecer los que defienden la
"pluralidad" y la "democracia". Y esto es lo que Cuba
significa para el resto del mundo y para América Latina.
Cuba
defiende, ante todo, su derecho de hacer dentro del país, lo que la mayoría
de los cubanos creemos que debemos hacer, sin presiones ni condiciones de
ningún tipo, puesto que los cubanos no le decimos a nadie como debe gobernar
dentro de su patio. Esta es una cuestión de dignidad y soberanía.
No
existe una violación, de los derechos humanos, más flagrante que el bloqueo
que se le ha impuesto a Cuba y a su pueblo por el mero hecho de ser diferente
y por trabajar por el bien de la mayoría. Por tanto, Cuba exige, que se
levante ese bloqueo anacrónico y bestial, que se le permita vivir y trabajar
en paz y sin ataduras, para demostrar todo lo que puede un sistema basado
realmente en el hombre. Y esto es precisamente lo que no desean las fuerzas
fácticas del planeta. Puesto que si Cuba lo logra, como lo va a lograr con
toda seguridad, se evidencia que existe un futuro mejor para el mundo.
Muchas
gracias.
[1] Hijos de españoles nacidos en Cuba.
[2] Nombre que recibían las huestes independentistas. Referente al Ejercito Mambí.
[3] Héroe Nacional y Apóstol de la independencia de Cuba (1853-1895), llamado así por su ingente labor de promoción en la conciencia cubana de los valores morales y ciudadanos necesarios para la república hecha "con todos y para el bien de todos".
[4] Partido Revolucionario Cubano. Es el máximo ejemplo de unidad en pos de un mismo objetivo. Martí logra unir a todos los cubanos que buscaban la independencia de la isla, en un mismo partido, independientemente de su corriente política.
[5] Partido del Pueblo Cubano. Fundado por Eduardo Chibás en mayo de 1947.
[6] Tiempo muerto era la época del año (la mitad aproximadamente) en la que no había producción de azúcar y por lo tanto no había cosecha de caña de azúcar. Estaba dado por la estacionalidad de la producción de azúcar de caña. Durante este período el desempleo aumentaba casi al doble debido a que las personas que trabajaban en la cosecha no tenían ocupación.
[7] OEA. Organización de Estados Americanos. Organización regional que agrupa a todos los países del continente americano.
[8] CAME. Consejo de Ayuda Mutua Económica. Asociación económica que agrupaba a los países pertenecientes al campo socialista.
[9]
Así se le llama a la etapa, a partir de la desaparición del
campo socialista y de la URSS, cuando Cuba cae en una crisis que lleva, a la
dirección del país, a tomar un grupo de medidas previstas dentro de un
programa para un estado de guerra.
[10] Moneda nacional cubana.
[11] Movimiento que agrupa a los pequeños comerciantes, de propiedad privada sobre algunos sectores de producción o servicios, que abarcan ciertas ramas a partir de la legalidad nacida para regular estas actividades.
[12] Partido Socialista Popular. Partido con ideología marxista-comunista, compuestos mayoritariamente por obreros y algunos intelectuales.
[13] Primer Presidente de la República de Cuba, enero de 1959. Era magistrado del Tribunal Supremo de la República y tenía gran prestigio dentro de las filas del movimiento 26 de Julio, además de ser simpatizante de este.
[14] PCC. Partido Comunista de Cuba. Es la fuerza política del país, fundado en 1965 a partir de las ORI.
[15] Vicepresidente del Consejo de Estado de la República de Cuba.
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