A
cargo de los autores
Julián
Carlos Ríos Martín
Pedro
José Cabrera Cabrera
Miércoles,
10 de julio de 2002; 19:00
Hace
cuatro años, en “Mil
voces presas”,
los autores nos mostraron la realidad de la cárcel desde el punto de vista
de sus habitantes, l@s pres@s. Quedó patente entonces, la quiebra sistemática
de los principios que presiden formalmente el funcionamiento de la institución
penitenciaria: retribución, reinserción, respeto de los derechos humanos y
constitucionales, observación de las garantías jurídicas y procesales de
las personas presas.
Hoy,
Julián Carlos Ríos y Pedro José Cabrera, se adentran en la cárcel
profunda: el régimen cerrado, el primer grado, los pres@s clasificados como
F.I.E.S. (fichero de internos de especial seguimiento).
La
investigación nos muestra un espacio impermeable a la mirada de leyes y
derechos humanos. Una cárcel dentro de la cárcel, donde la única
referencia es la fría violencia administrativa
y la arbitrariedad de quienes la aplican.
Seres
indefensos, clasificados previamente como peligrosos, son tratados de manera
que acaban comportándose como tales.
El
régimen cerrado pretende confirmar el juicio último que, la institución
penitenciaria, ha emitido sobre
la naturaleza misma de la persona presa. Debe doblegar la voluntad del
recluso para imponerle la identidad estigmatizada y culpable que la persona
se empeña obstinadamente en rechazar para sí misma. El régimen cerrado no
es la solución para la peligrosidad de los reclusos sino una de sus causas.
Lo
que resulta pertinente para esta filosofía penal no es un acto delictivo
concreto, sino la trayectoria vital
de precariedad, pobreza y exclusión, que preside
la vida de muchos individuos. Queda patente en el libro la clamorosa
violación de las leyes que produce la aplicación de este régimen.
A
través de encuentros y entrevistas a pres@s, familiares, profesionales y
asociaciones, los autores nos aportan una mirada desde dentro de esta cruel
y destructiva institución. Nos aportan un conocimiento con consecuencias:
No hay derechos ni dignidad humana para quienes han sido despojados de
ellas, pero tampoco para quienes cooperan en dicho atentado, ni para quienes
conociendo, consienten.
Entre
estos espacios invisibles donde la desesperación y el sufrimiento se hacen
densos y el resto de la sociedad, existe una continuidad. Lo que le pasa al
precario y al inmigrante, elevado al cuadrado, le pasa al preso. Lo que le
pasa al preso, elevado al cuadrado le pasa al F.I.E.S.
La
violencia que convierte a una persona, que es un ser social, en un individuo
de mercado, solitario y calculador, indiferente a todo lo que no tenga que
ver con su propia satisfacción, es un pálido reflejo de la violencia que
adapta a una persona al régimen carcelario actual. A su vez esta última,
ampliada, es la violencia del régimen cerrado que sólo busca la destrucción
física y mental de quien ha sido definido como “no adaptado”. Pero: ¿Quién
en su sano juicio puede adaptarse a algo como el Régimen Cerrado?
CAES (Centro Asesoría y Estudios Sociales ) C/ Atocha 91-2º MADRID Tlf-4.29.11.19 Fax- 4.29.29.38 e-mail caes@nodo50.org http://ww.nodo50.org/caes
Acta Moderna - Antiglobalización - Bienvenida -
Congresos - Contactos -
Convocatorias - Cuba -
Documentos - Documentos del militante
- Enlaces - Organigrama -
PALESTINA - Plan de Trabajo - Prensa -
Profesionales y Comunistas - Resoluciones -
Rincón de la fotografía - VENEZUELA