Cobertura Mediática
de la Ocupación Israelí
Victimización secundaria del Pueblo Palestino.
Nelly Marzouka. (Chile)
La Ocupación sionista-israelí en Palestina, debería ser informada con ecuanimidad, sin parcialidades y ofreciendo una cobertura ponderada, integrando absolutamente todos los elementos de análisis involucrados. Estos son:
1.- La vida cotidiana de la población civil palestina,
sometida a ocupación desde hace 56 años.
2.-Cuerpo de leyes y consensos internacionales,
violados por el Estado sionista.
3.-Relación de Asimetría y Desigualdad entre las dos
partes en “conflicto”.
4.-Carácter de lucha de independencia y liberación
nacional del Pueblo palestino.
5.-Flagrantes falsificaciones israelíes de la
Historia e información en general.
En julio de 2001 el diario israelí Ha´aretz y el
Jerusalem Post publicaron crónicas online en inglés de un incidente que fue
también informado por la agencia de noticias Associated Press. El incidente
es representativo, y no fue
reporteado por la mayoría de los medios de comunicación mundiales
preponderantes.
La noticia de AP, con fecha del 30 de julio y escrita por la periodista Laurie
Copans, expuso los siguientes hechos:
“El ejército de ocupación israelí dijo el lunes que un grupo de soldados
golpearon a un palestino que viajaba en un taxi, obligaron a los pasajeros a
pegarse entre ellos y rajaron los neumáticos del vehículo.
“Respondiendo a la queja de un grupo de derechos humanos israelí, el ejército
reconoció que los soldados “actuaron con brutalidad hacia los pasajeros”
y dijo que estaba investigando el incidente del 23 de julio en las afueras de
la ciudad palestina de Hebrón.
“De acuerdo a los relatos de los testigos reunidos por el grupo de derechos
humanos B´Tselem, tres jeeps con soldados detuvieron a 12 pasajeros
palestinos que iban en dos taxis. Luego de permitir que se fueran un anciano,
una mujer y un niño, los soldados obligaron a los demás a conducir el taxi a
través de un huerto de olivos hacia un lugar escondido, donde dos de ellos
golpearon a un hombre hasta que éste quedó apenas consciente, indicó el
informe de B´Tselem.
“Muévete, déjame mostrarte cómo se pega”, dijo un soldado a otro cuando
quiso su turno para golpear al palestino, según el informe.
“Apuntando sus armas a los palestinos, los soldados obligaron a los ocho
hombres restantes en los dos taxis a pegarse entre ellos.
Con lágrimas cayéndole de sus ojos, el hombre joven (palestino) comenzó a
golpearnos con sus puños en nuestras caras y cabezas,” dijo en el informe
Khaled Rawashdeh, uno de los pasajeros, de 36 años.
Rawashdeh añadió que los soldados apuntaron con un revólver al hombre y le
dijeron que pegara más fuerte.
Cuatro de los palestinos requirieron tratamiento en un hospital luego de la
golpiza, agregó el informe. Un comunicado militar reconoció que un soldado
obligó a los pasajeros a golpearse entre ellos, y que otro soldado rajó el
neumático de un taxi.
El comunicado militar se refirió sólo a un taxi, no a dos. Ni el comunicado
ni el informe de B´Tselem hablaron de motivo alguno para la acción de los
soldados.
El jefe del Estado Mayor, Teniente General Shaul Mofaz, condenó el hecho y
dijo que casos como esos causan un gran daño a las Fuerzas Armadas, informó
el diario Ha´aretz, el lunes”.
Consideremos tan solo
algunos elementos carentes en esta cobertura:
El primero de estos elementos son los detalles de la vida cotidiana de los
palestinos bajo ocupación durante 56 años. A este elemento de análisis,
no se le ha prestado atención en la cobertura de los medios sobre la ocupación
israelí, entonces luego se expone el efecto con absoluta exclusión de la
causa.
La imagen que vemos de la explosión de los ómnibus, y de las ambulancias
llevándose a algunos israelíes muertos y heridos en las calles de Jerusalem,
ciertamente además de horrorosas no debieran suceder,
pero estas imágenes son una parte de la consecuencia de la historia de
la ocupación israelí, de manera tal que no constituyen la imagen completa.
De tal forma, que sin ocupación, no tendrían razón de existir.
Su existencia es única y exclusivamente en función y en el contexto
de una ocupación inadmisible en pleno siglo XXI. Ya que, luego aún más
horrorosas y no debieran suceder, son las vivencias cotidianas de un pueblo
bajo ésta ocupación, que es la que provoca y fomenta una cultura de muerte.
¿Dónde estaban las cámaras cuando los soldados de ocupación israelíes
obligaron a los pasajeros del taxi palestino a golpearse entre ellos? ¿Cómo
es una imagen de la confiscación de tierras? ¿Cómo es una foto de los
400,000 colonos israelíes adicionales y armados que se trasladaron a
Cisjordania, casi duplicando la población de los asentamientos durante los
siete años del proceso de paz de Oslo? ¿Y de las 7,000 casas palestinas que
grupos de derechos humanos israelíes e internacionales denunciaron que fueron
destruidas desde 1967 – sin incluir aquellos asesinatos en los ataques
militares israelíes de las últimas 24 horas?-.
Los actos de
vandalismo como quema de campos, y destrucción de la región agrícola, son
algunas de las violaciones y actos de terrorismo de los colonos extranjeros
israelíes, donde los soldados de la ocupación israelíes los protegen, y se
encuentran absolutamente libres de procesos jurídicos. Los colonos
extranjeros israelíes armados, han asesinado desde septiembre del 2000 a 54
palestinos nativos.(1).
El segundo elemento que es omitido abiertamente en la cobertura sobre la
ocupación israelí, es la explícita mención de que existe un cuerpo de
leyes y consensos internacionales que son pertinentes a las demandas y
reclamos palestinos –pero la inclinación de la política exterior
norteamericana hacia el Estado sionista- ha marginado sistemáticamente estos
importantes aspectos internacionales. Un ejemplo es la cobertura de los
200.000 asentamientos ilegales israelíes en la Ribera Occidental, ( 22% de lo
que queda de la Palestina Histórica) O sea, La expulsión de los palestinos de sus tierras *que es la base histórica
y económica de la formación del Estado de “ Israel “ * continúa hoy con
la expansión de los asentamientos.
Los 200.000 asentamientos ilegales israelíes en la Ribera Occidental y Gaza
–donde unos 400,000 colonos extranjeros israelíes armados, viven
entre 3.2 millones de palestinos nativos, indígenas del país
Palestina- es un tema clave en la resolución de la ocupación israelí.
Sin embargo, ha existido una ausencia de información en los medios
preponderantes sobre la pregunta de cómo, directamente la ayuda de Estados
Unidos contribuye con la capacidad del Estado sionista de absorber los costos
de construcción, de ampliación y de defensa de los 200.000 asentamientos.
En noviembre de 2000, la organización israelí Peace Now informó que el
gobierno del entonces Primer Ministro israelí Ehud Barak había destinado $
300 millones para los asentamientos en 2001, una cifra que representó apenas
un 10% del paquete de ayuda total hacia el Estado sionista proveniente de
Estados Unidos, para el año fiscal 2001. De la misma manera, la información
sobre los esfuerzos prolongados de la administración Clinton para avanzar en
el proceso de paz raramente, analizó la contradicción inherente entre esa
mediación norteamericana intensiva y estos hechos sobre los asentamientos:
·
que
ellos son ilegales bajo la Cuarta Convención de Ginebra, de la cual los
Estados Unidos es signatario.
·
que
ellos contravienen la resolución 242 de Naciones Unidas, un pilar de los
acuerdos de Oslo, de los cuales Estados Unidos hizo de agente intermediario.
·
y que
sucesivos gobiernos israelíes han ampliado continuamente los asentamientos
desde que fueron firmados los acuerdos, casi duplicando su población de
aproximadamente 110,000 en 1993 a 200,000 en las negociaciones de Camp David,
en julio de 2000.
El tercer elemento ausente en la
cobertura de la ocupación israelí en los medios preponderantes es algo
que conduzca al reconocimiento sistemático de que las dos partes del
“conflicto” no son iguales –primero, porque es una Historia
de Usurpación y literalmente del robo de un país y,... posteriormente la de
una ocupación, por
parte de una ideología (sionismo) que intenta el aglutinamiento, cohesión y
apartheid en torno a una religión (judía) de ciudadanos originarios y
pertenecientes a diferentes países, en una tierra habitada y perteneciente
ancestralmente a un pueblo con una continuidad étnica, e histórica común: El
pueblo semita, árabe, palestino. Por otro lado, en virtud de la relación
histórica, política, militar y diplomática de Estados Unidos con el Estado
sionista, desde su proclamación unilateral en 1948,
las armas políticas, diplomáticas, económicas y militares que cada
una de las partes portan, son desiguales.
El cuarto elemento
carente es que la lucha y resistencia del pueblo semita árabe palestino,
debe ser enmarcado en una lucha de independencia, de liberación nacional
contra el sionismo imperialista, contra la globalización capitalista.
Esta lucha y resistencia está vinculada a la denuncia de la estrategia
sionista en toda su instancia. Resulta además de incoherente, penoso que
ciertas organizaciones de derechos humanos, de solidaridad, de información
alternativa, y por último organizaciones israelíes que se autodenominan como
“progresistas” y “antiglobalización”,
no denuncien ésta realidad clave del proyecto sionista en su rol, no sólo
en Medio Oriente, sino que en todo el Mundo, colocando en discusión la
resistencia armada palestina, y el legítimo derecho del pueblo palestino al
retorno.
La sociedad israelí es una sociedad militarizada, cuya
población ciudadana de múltiples países del Universo, y cohesionada en
torno al factor fundamentalista religioso (religión judía), se encuentra
en un 90% armada, los recursos armamentísticos ocupan el 80% del
presupuesto del país, y todos sus gobernantes, han sido militares que gozan
de una nutrida historia de terrorismo militar. Todo esto como contrapunto
al “enfrentamiento” con un pueblo civil y desarmado, (pueblo semita
árabe palestino) con una historia de pacíficos campesinos y agricultores,
con antecedentes de una sociedad portadora
de un carácter colectivo pluralista y de sana convivencia multireligiosa,
(cristianos, musulmanes y judíos) antes de la implantación unilateral del
Estado sionista en 1948.
Y, por último el
quinto elemento de análisis, es la falsificación de la información
israelí, como un ejemplo, tenemos ésta flagrante falsificación del
Ministerio de Asuntos Exteriores del estado sionista:
En esta página http://www.mfa.gov.il/mfa/go.asp?MFAH0mzf0,
en el 4º párrafo, se dice que en una entrevista hecha por islam on line a un
dirigente palestino éste ensalza las ventajas de utilizar niños como mártires.
Sin embargo, yendo a la fuente (islam on-line) vemos que dice todo lo
contrario http://islamonline.net/English/News/2002-05/27/article33.shtml
Vale la pena ver ambos
documentos (sobre todo por el lenguaje que ha usado el ministerio, tanto en la
versión castellana como en la 'traducción' inglés-inglés).
La ausencia de estos elementos de análisis demuestra una
deficiencia en el estudio y comprensión cabal del
contexto de la ocupación israelí y conlleva varios peligros.
Primero, conduce a visualizar la ocupación como una “guerra israelí
contra el terrorismo palestino”. O peor aún, algo así, como una
“nación” o país, con problemas internos con un “sub-grupo de
marginados-subersivos”.
El segundo peligro es que la ausencia de estos elementos expone a aquellos
que los revelan y denuncian, sean ellos individuos, organizaciones periodísticas
o aún sociedades enteras(en Latinoamérica, Europa y el Mundo Arabe) a
acusaciones de antisemitismo (concepto, obviamente erróneo, puesto que los únicos
semitas son los árabes de ayer y de hoy) y otros epítetos.
El tercer peligro, es que existe una relación de asimetría y desigualdad,
además en cuanto a quien tiene el poder, en una cuestión vital, ya que es la
Historia de Usurpadores y usurpados, Ocupantes y ocupados, Victimarios y víctimas,
donde la carencia de estos elementos esenciales de análisis, convierte a todo
un pueblo que ha sido despojado de sus derechos nacionales y territoriales, a
todo el pueblo palestino, por segunda vez en víctimas.
El cuarto peligro, en la falta de visión en el análisis es que la vida de los palestinos indígenas de Palestina, es menos valorada que la de los extranjeros israelíes ocupantes de Palestina. Así, frente a las invasiones y ataques terroristas diarios originados por jóvenes del ejército de ocupación israelí en Gaza y la Ribera Occidental, con sofisticado armamento a control remoto, tanques y helicópteros, donde son asesinados diariamente veinte nativos palestinos civiles, cuyo blanco predilecto son los niños palestinos, como fórmula de limpieza étnica, no ocurre expectación mundial, e irresponsablemente con frecuencia se menciona como “ola de violencia que sacude el Medio Oriente”. Pero cuando la ocupación israelí, genera y provoca como reacción actos esporádicos (por la desesperanza aprendida de jóvenes sin futuro, donde la sobrevivencia bajo la ocupación sionista-israelí, equivale a estar liquidados) donde mueren veinte israelíes, esto es motivo de conmoción mundial.
Pero el quinto y último peligro es tal vez el mayor. Es que la ausencia de
estos cinco elementos en la información que proporcionan los medios de
comunicación mundiales y que hemos analizado aquí, ha contribuido a la
incapacidad total de la comunidad internacional para detener la única
usurpación-ocupación y Holocausto, presente en pleno siglo XXI.
Finalmente, y a modo de ilustración objetiva, en torno a
ésta carencia de equidad en el trato mediático del tema, así como al déficit
de elementos en un análisis psicosocial serio y ecuánime,
es oportuno citar a un tradicional y conocido simpatizante, de
la ideología y/o postura sionista-israelí, el escritor Mario Vargas Llosa,
quien ha señalado: “La parcialidad de la
información respecto a Israel es el factor determinante para que el Gobierno
de EEUU no pueda facilitar un acuerdo de paz.
En el mes que llevo en Washington DC me ha impresionado la falta de equidad
con que, casi sin excepciones, los grandes medios de comunicación de Estados
Unidos informan sobre el conflicto palestino-israelí”(2).
(1) Sandler S. El Fusil Roto Nª58. “Resistencia a la Guerra en Israel: una visión general”.
(2) Oviedo L. Prensa Obrera. “El Sionismo, por otra gran
masacre”.
(3) Oliván L. CSCA.
“Movimiento antiglobalización y cuestión palestina”.
CITAS BIBLIOGRAFICAS:
(1)The Palestine Monitor. The voice of civil society. Facts Sheets. “Establecimientos israelíes en territorios palestinos ocupados.” “Violencia de los establecimientos y del colono”.
(2)Vargas Llosa, Mario. El País. “El cristal con que
se mira”. 19/10/2003.-
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