Su testimonio es uno de los que escuchó el historiador Ricard Vinyes para
entender el mecanismo por el que el franquismo se apropió de la identidad de
miles de niños “hijos de rojos”, como Vicenta Alvarez Garrido, que fue
criada en un hospicio y entregada a cuatro familias distintas. María Teresa
tenía un mes cuando encarcelaron a su madre. “La fueron a buscar a la casa
donde estaba viviendo para supuestamente hacer unas declaraciones. Le dijeron
que me dejara con mi abuela porque iba a volver enseguida. Ella dijo que a dónde
ella fuera, iba yo y me llevó. Estuve en la cárcel hasta los cuatro años,
ella cinco”, cuenta desde Madrid. De sus días en la cárcel, dice, recuerda
haberse peleado por los “tronchos” de los repollos que tiraban a la
basura: “Los niños nos peleábamos por ellos para llevárselos a nuestras
madres”. Cuando tenía cuatro años la subieron a un tren de hierro y la
dejaron en Madrid con una tía. Su mamá, que había recibido una gran paliza
por su resistencia a separarse de su hija, pudo reencontrarse con ella al
salir de la cárcel.
En otro viaje en tren comenzó la vida de Vicenta, una de las protagonistas
del documental y el libro Los niños perdidos del franquismo. Su partida de
nacimiento oficial dice que nació a los siete años, después de que la mujer
a quien su padre la había encomendado la dejara en el andén de la estación
de Valencia para que la llevaran a un hospicio de Madrid junto con un montón
de otros niños. Aunque sabía su nombre completo, le cambiaron el apellido.
Vivió con cuatro familias y, cada vez que una pareja llegaba para hacerse
cargo de ella, las monjas le repetían “Mirá, que tus papás han venido a
buscarte”. Su historia anterior se le fue haciendo difusa, pero sabía que
tenía una identidad por reconstruir. A los catorce años se escapó para
buscar datos sobre su familia y desde la mayoría de edad se dedicó de lleno
a rehacer su historia. Supo que su padre, Melecio Alvarez Garrido, era
comisario principal de la brigada 82 del Ejército Republicano y que fue
fusilado el 24 de octubre de 1940 en Paterna. Hoy, a los 70, de su madre sólo
sabe que probablemente murió en el parto y que se llamaba Remedios.
Recomendado reproducir material citando su procedencia..