E
L N U R E M B E R G D E
P I N O C H E T |
Pinochet camino de Nuremberg
Mario Amorós
Cambio 16
Augusto Pinochet,
uno de los personajes más siniestros del siglo que agoniza, está
a punto de sentarse en el banquillo de los acusados. En una decisión
histórica, el 8 de agosto la Corte Suprema de Chile anuló su
fuero como senador vitalicio y dejó expedito el camino para que
el juez Juan Guzmán Tapia decrete en las próximas semanas su
procesamiento por el asesinato de 72 personas en el operativo
militar conocido como la caravana de la muerte. Salvo que
los exámenes médicos demuestren que padece locura o demencia
senil, o que las insistentes presiones de los militares y de la
derecha logren imponer una ley de "punto final", el
tercer milenio puede amanecer con un juicio que se convertiría en
una suerte de proceso de Núremberg de la dictadura chilena.
Como reconoció el 6 de agosto Eric Schnake,
dirigente del socialdemócrata Partido por la Democracia, en una
entrevista en el diario La Tercera, la Concertación
(coalición de democristianos y socialistas que gobierna desde
1990) y la derecha pactaron respetar la impunidad de Pinochet al
negociar la transición.
Así, desde el final de la dictadura, en marzo
de 1990, el lema oficial en materia de derechos humanos, acuñado
por el presidente Patricio Aylwin, rezaba: "Justicia en la
medida de lo posible". El propio dictador se encargó de
aclarar el 14 de octubre de 1989 qué era "lo posible":
"El día que toquen a alguno de mis hombres se acabó el
Estado de Derecho". En consecuencia, como señaló el abogado
Roberto Garretón a finales de 1997, de las cinco mil acciones
judiciales relacionadas con violaciones de los derechos humanos
abiertas desde 1973 "sólo en doce casos se dictó sentencia
condenatoria".
Todo empezó a cambiar el 12 de enero de 1998,
cuando la secretaria general del Partido Comunista, Gladys Marín,
presentó la primera querella contra Pinochet. Nueve meses después
agentes de Scotland Yard arrestaron al senador vitalicio en
Londres a petición de la justicia española. "Aquello
debilitó el blindaje jurídico y político de impunidad que él
mismo se otorgó", destaca la abogada Carmen Hertz, quien
forma parte de la acusación en el caso caravana de la muerte.
El 2 de marzo, después de 503 días detenido
en la capital británica, el anciano general retornó a su país,
donde siete abogados de derechos humanos solicitaron aquel mismo día
al juez Juan Guzmán Tapia, instructor de las 157 querellas
presentadas contra Pinochet, que anulara su inmunidad
parlamentaria por el caso caravana de la muerte. El 5 de
junio la Corte de Apelaciones de Santiago concedió el desafuero,
confirmado ahora en última instancia por la máxima instancia
judicial chilena.
El fallo de la Corte Suprema ha suscitado un
hondo malestar en los cuarteles. Una hora después de que fuera público,
los comandantes en jefe de las tres ramas de las Fuerzas Armadas,
generales Ricardo Izurieta, Jorge Arancibia y Patricio Ríos, y el
general director de Carabineros, Manuel Ugarte, visitaron a
Pinochet en su domicilio para expresarle su apoyo. Ya hace unos
meses Izurieta expuso la posición de las Fuerzas Armadas ante lo
que llaman "el desfile de oficiales por los tribunales",
al afirmar que éstas son "solidarias con quienes,
arriesgando sus vidas, afrontaron la subversión directa y
valerosamente. No es éticamente aceptable juzgarlos por hechos
acaecidos en un contexto en que imperaba la lógica de guerra y el
odio impuesto por los enemigos de Chile". Hoy más de setenta
oficiales chilenos están procesados por su responsabilidad en los
crímenes contra la humanidad cometidos durante los 17 años de
pinochetismo.
También la derecha, cuyos principales
dirigentes ocuparon importantes cargos durante la dictadura, ha
criticado el desafuero del senador vitalicio porque entiende que
se le somete a un juicio "político" y ha condicionado
su imprescindible apoyo parlamentario a las reformas para culminar
la transición a que se garantice al ex dictador un "retiro
digno de la vida política". Es decir, su impunidad.
Después de la anulación del fuero
parlamentario de Pinochet el caso caravana de la muerte regresa
a la competencia de Guzmán Tapia. En las próximas semanas este
magistrado ordenará que se realicen a Pinochet los exámenes de
salud mental pertinentes. Pero su hijo Marco Antonio ya ha
anunciado que éste se negará porque quiere defender su inocencia
ante la justicia, por lo que en ese caso Guzmán Tapia podría
ordenar su detención preventiva hasta que acepte someterse a
tales pruebas.
Al mismo tiempo, el juez podría decretar una
toma de declaración indagatoria a Pinochet y, si éste se niega a
ser interrogado, podría decretar su procesamiento. Un
procesamiento que, por otra parte, tienen previsto solicitar en
breve los siete abogados de la acusación. "Pinochet puede
ser condenado incluso a cadena perpetua. Las cárceles de Chile
están llenas de personas mayores que él y más enfermas. No
podemos aceptar que vengan a implorar argumentos morales quienes
siempre han actuado como inmorales", asegura Eduardo
Contreras, otro de esos letrados.
El escritor chileno Pablo Azócar narra en Pinochet.
Epitafio para un tirano que en 1978 la justicia italiana
condenó a un policía llamado Eugenio D'Alberto por haber
proferido "una ofensa imperdonable" a algunos de sus
superiores ya que había dicho que eran incorrectos los modales de
"varios Pinochets" de la policía de Chienti y Aguilla.
Según Azócar, aquel tribunal dictaminó que el término Pinochet
"indica no sólo que uno ejerce como jefe de una organización,
sino que el gobierno de tal organización adopta métodos de
naturaleza autoritaria y represiva".
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