El CHILE de Salvador Allende vs. el dictador genocida Pinochet

E L   N U R E M B E R G   D E   P I N O C H E T  
26 de agosto de 2000

El desafuero de Pinochet y la Izquierda

Mario Amorós

Augusto Pinochet, uno de los personajes más siniestros del siglo que agoniza, deberá responder ante la justicia chilena por algunos de sus terribles crímenes después de que la Corte Suprema le haya despojado de su inmunidad como senador vitalicio. Veintisiete años después del golpe de estado que derrocó al Presidente Salvador Allende, el desafuero del tirano es una victoria histórica del movimiento de derechos humanos y la izquierda, en especial del Partido Comunista de Chile.

"De cuando en cuando la democracia debe bañarse en sangre para que pueda seguir siendo democracia", aseguró el 24 de septiembre de 1973 Augusto Pinochet. Este general fascista cumplió el encargo del imperialismo norteamericano y de la burguesía chilena de destruir el proceso revolucionario que encabezaba la Unidad Popular e instaurar el entonces inédito modelo neoliberal. Durante años Pinochet fue intocable, se burló de sus víctimas, intentó humillar a sus familiares, despreció a sus opositores.

El 4 de julio de 1996, cuando Pinochet todavía era comandante en jefe del ejército, la Unión Progresista de Fiscales presentó una denuncia contra la junta militar chilena, a la que se sumaron Izquierda Unida y el Partido Comunista de Chile. El 12 de enero de 1998 Gladys Marín, secretaria general del PCCh, presentó la primera querella criminal contra el decrépito general en Chile. Entonces todas aquellas iniciativas parecían tener un valor sólo testimonial.

Sin embargo, el 17 de octubre de 1998 la impunidad de Pinochet empezó a resquebrajarse cuando fue detenido en Londres a petición del juez Garzón y de la acusación popular en el proceso de la Audiencia Nacional, de la que formaron parte Virginia Díaz y Enrique Santiago en representación de IU. Es evidente que aquellos 503 días de arresto del tirano en la capital británica y que la acción de la justicia española han sido decisivos para que Pinochet esté hoy a las puertas de ser juzgado.

No obstante, este triunfo histórico de la causa de los derechos humanos corresponde sobre todo a quienes durante más de 25 años han luchado en Chile por la Verdad y la Justicia. Es el triunfo de quienes rechazaron el pacto que dio origen a la interminable transición actual que, según acaba de admitir un destacado dirigente socialista, tuvo entre sus pactos la eterna inmunidad del dictador.

Es el triunfo de quienes han denunciado todos y cada uno de los intentos por perpetuar la impunidad de los autores de los crímenes más crueles, desde la ley de punto final que intentó aprobar el presidente Aylwin al reciente e inmoral acuerdo de la Mesa de Diálogo. Este, respaldado por el gobierno del socialista Ricardo Lagos, tergiversa la historia, al responsabilizar del golpe de estado también a la Unidad Popular, y pretende librar a los más de setenta oficiales hoy procesados y al propio Pinochet de un castigo justo por las torturas, los asesinatos, las desapariciones...

El desafuero del tirano es, en definitiva, el triunfo del Partido Comunista de Chile, de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, de organizaciones de derechos humanos como CODEPU y de abogados, como los camaradas Eduardo Contreras, Julia Urquieta o Hugo Gutiérrez o las compañeras Fabiola Letelier y Carmen Hertz, que desde los tiempos más duros de la dictadura han defendido a las víctimas de la represión.

Es el triunfo de personas como Carmen Vivanco, Ana González, Otilia Vargas o Viviana Díaz. Ana perdió a cuatro familiares (militantes comunistas) el 29 de abril de 1976, el padre de Viviana, Víctor (principal responsable del Partido en la clandestinidad), fue secuestrado días después por la DINA y cinco familiares de Carmen (militantes comunistas) desaparecieron entre el 4 y el 10 de agosto de 1976. Otilia Vargas perdió a cinco de sus seis hijos, militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, por la represión fascista.

Durante 27 años mujeres y hombres como Carmen, Ana, Viviana y Otilia han mantenido viva la memoria del compromiso de sus seres queridos con la causa de la libertad y la construcción del socialismo. Y a pesar de su profundo dolor no han cesado en su lucha por lograr Verdad y Justicia. Ahora están a punto de obtener una mínima reparación por el sufrimiento de sus familiares.

Pero tal vez haya dos mujeres que simbolicen la lucha del pueblo chileno contra la impunidad. Una de ellas fue Sola Sierra, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos desde su fundación en 1975 hasta su fallecimiento en julio de 1999. Como tantos chilenos, Sola dejó este mundo sin saber qué sucedió con su esposo, Waldo Pizarro (miembro del Comité Central del Partido Comunista), secuestrado en diciembre de 1976 por la DINA.

La otra es Gladys Marín, quien representa la mejor tradición de un Partido que desde 1912 ha sabido organizar la lucha de los trabajadores y darle un horizonte socialista, que impulsó el Frente Popular en 1938, que apoyó el proyecto político de Allende desde 1952, que fue el alma de la Unidad Popular y el baluarte de la lucha contra la dictadura.

"Este es el triunfo del pueblo de Chile. Este es el logro de la tenacidad, de la consecuencia, de la lucha, que se ha abierto camino mientras los componedores buscaron el consenso, la negociación y las mesas de diálogo para obstruir la única forma posible: los tribunales de Justicia. La memoria de nuestro pueblo; su historia; la verdad y la justicia jamás se podrán negociar. Porque si la impunidad hubiese prosperado, entonces estaríamos todos los chilenos, sin excepción, expuestos a que estos hechos se repitieran una y otra vez en el futuro", aseguró Gladys tras conocer el fallo de la Corte.

Así es la lucha de la Izquierda, abnegada, oscura y muchas veces silenciada, pero al final acaba ofreciendo frutos tan hermosos como la alegría que todos sentimos el 8 de agosto y que compartimos con nuestros compañeros chilenos.


Acta Moderna - Antiglobalización - Bienvenida - Congresos - Contactos - Convocatorias - Cuba - Documentos - Documentos del militante - Enlaces - Organigrama - PALESTINAPlan de Trabajo - Prensa - Profesionales y Comunistas - Resoluciones - Rincón de la fotografía - VENEZUELA
Volver a la página de inicio


Los comentarios son bienvenidos (profpcm@profesionalespcm.org): Carta a profpcm@profesionalespcm.org
Teléfono: (+34) 91 539 20 05 Fax. 91 539 03 37
Domicilio Social: C/Fray Luis de León, 12 - Esc. 2-2º (28012) Madrid. 
Domicilio

Estamos en obras y creciendo. Envíanos tu aportación, o comentarios via formulario.
Recomendado reproducir material citando su procedencia..Impreso en papel reciclado y reciclable