Documentos del militante
  REFLEXIONES SOBRE LA CRISIS DE IU
Ángeles Maestro

La situación política que han abierto las elecciones generales del 14 de marzo, y que muy probablemente confirmarán las elecciones europeas, configura un panorama crítico para IU. La coalición se ha topado por segunda vez con la misma piedra que hundió al  PCE en 1982, confirmando que el posibilismo carrillista, con todas las renuncias y subalternidades que encierra, sigue fuertemente instalado en la mayor parte de sus dirigentes. El “juntos podemos”, lema electoral del PCE hace veintidós años, es equivalente al “todos contra el PP” repetido hasta la exasperación por Llamazares y  define en la práctica un pacto pre-electoral como el que en el año 2000 suscribieron Joaquín Almunia y Francisco Frutos.

Los tres desastres electorales, los dos últimos consecutivos, reiteran con toda la inapelabilidad de los hechos que no hay futuro para una fuerza política que no se diferencie sustancialmente del PSOE y tenga como objetivo prioritario gobernar con él.

Más complejo de explicar es por qué una IU - que se atrevió a desafiar a los poderes establecidos cuestionando el pacto constitucional de 1978, que denunció la coincidencia básica entre los programas políticos del PP y del PSOE y la identificó como el pilar del régimen político instaurado en la Transición, que decidió intervenir directamente en el movimiento obrero construyendo con el sindicalismo crítico y los movimientos sociales la Plataforma por las 35 horas por Ley, sin reducción salarial, etc.- adopta decisiones que suponen la negación de su propia historiay emprende un camino que sólo conduce a la desaparición política y electoral y/o al PSOE.

Tras la debacle electoral, la mayoría de la dirección federal ha decidido profundizar en la misma línea. Del “hemos ganado porque derrotamos al PP” se ha pasado al “nos inscribimos en la corriente del cambio” en una situación de gobierno de coalición fáctico renunciando a ejercer el menor asomo de posición crítica en el Parlamento. ¿Vocación decidida de ejercer de monaguillo de la “izquierda plural”, aunque los contenidos de izquierda no se vean por parte alguna, o hacer de la necesidad virtud empujados por la bancarrota económica?

Valga como ejemplo demoledor la renuncia expresa al cuestionamiento de la Constitución Europea, demandada clamorosamente por la organización y acordada - junto a las movilizaciones en su contra - por el Foro Social Europeo reunido en París en noviembre. Todo ello mientras se acelera el proceso de descomposición orgánica, de forma silenciosa en la mayor parte de los casos, ante la creciente sucesión de arbitrariedades y el vaciamiento de contenido de la militancia de base, sin que la perspectiva de una Asamblea Extraordinaria pueda introducir alguna esperanza de impedir el desastre.

La transmutación de IU en una fuerza política integrada en el sistema, liquidando cualquier vocación de alternativa, no responde tanto a una dirección impregnada de pensamiento débil - que lo es  - , sino a razones de mayor calado político.

El régimen instaurado por la Constitución monárquica de 1978 se sustenta  sobre un inigualable colchón de seguridad para los intereses de las clases dominantes: el consenso entre el partido del gobierno y el partido de la oposición sobre todos los asuntos de trascendencia para la continuidad del sistema, de forma que, de hecho, haya un gobierno conjunto sobre esas materias. La lista es interminable: OTAN, Pacto Antiterrorista, Ley de Partidos, Pacto de Toledo, sucesivas reformas laborales, privatizaciones, gestión mercantil de los servicios públicos, política fiscal, modelo de construcción europea y específicamente Constitución Europea, etc.

Este consenso esencial, sobre el que se edificó la Transición, podría verse gravemente dañado si alguna fuerza política de izquierda con relativo respaldo electoral denunciara la estafa política que supone una alternancia, que cada cierto tiempo da lugar a un cambio de gobierno, con el que nada trascendente va a cambiar.

Por ello, la clave de bóveda de la convocatoria para construir un bloque y un proyecto alternativo que pretendió ser IU y que, en consecuencia, desenmascaraba al PSOE situándole en el neoliberalismo en la política económica y como lacayo del imperialismo en relaciones internacionales, chocó pronto con sus tres prolongaciones: el grupo PRISA, la dirección de CC.OO. e Iniciativa per Catalunya. Estos tres poderes fácticos, al tiempo que socavaban la credibilidad de IU en la "opinión publicada" -que no en la calle, ni en los resultados electorales- engendraron el brevísimo invento de Nueva Izquierda, mientras revitalizaban todo el posibilismo y el oportunismo de la hegemonía carrillista, bien arraigados en amplios sectores de la organización.

Sin negar el interés electoral del PSOE en jibarizar cualquier opción a su izquierda, es más riguroso pensar que estas tres entidades - con el imprescindible marchamo de “progresistas” para que el ataque a IU tuviera credibilidad - prestaron un servicio de enorme utilidad al conjunto de poderes interesados en mantener incólume la estabilidad del sistema. Máxime en momentos en los que dureza de las políticas neoliberales alimentaba peligrosamente un malestar social que empezaba a no ser controlado ni con la complicidad de las cúpulas sindicales mayoritarias.

Un reciente editorial de ABC, analizando los malos resultados electorales de IU decía que “el evidente fracaso de la estrategia de Llamazares(...) en modo alguno debe arrastrar a unas siglas y a una fuerza cuyo papel en el mapa político nacional resulta no sólo saludable, sino imprescindible”. El texto continúa llamando la atención sobre la importancia de una sigla que  “refuerce la centralidad política de la socialdemocracia y al tiempo sirva de dique de contención para las tentaciones antisistema  (...) evitando que se produzcan tentaciones escapistas y rupturistas al margen de los cauces de la democracia”. Curioso y, sobre todo, lúcido análisis.

El cambio producido en el escenario político el 14 de marzo abre interrogantes y perspectivas sustancialmente nuevas para la izquierda anticapitalista en el Estado español. Cuáles pudieran ser sus contenidos, sus estrategias y sus formas organizativas, son asuntos que desbordan los límites de este artículo.

Mayo de 2004

Publicado en Kalegorría.


CORRIENTE ROJA RENUNCIA A SER CORRIENTE INTERNA DE OPINIÓN DE IU. NACE UNA NUEVA FORMACIÓN POLÍTICA.
Para vuestra información esta es la carta - que incluye los términos exactos de la pregunta - que he enviado a la dirección de IU en nombre de Corriente Roja. Salud

LA ATENCIÓN DEL COORDINADOR GENERAL, DE LA PRESIDENCIA FEDERAL Y DEL CONSEJO POLÍTICO FEDERAL DE IU 

Estimados compañeros y compañeras:

Os transmito la decisión del II Encuentro Estatal de Corriente Roja de anular su inscripción como corriente estatal interna de IU.

En coherencia con tal decisión y dado que comparto profundamente los motivos de la misma he decidido poner fin a mi adscripción a IU y, en consecuencia, dimitir de los órganos de dirección de los que he formado parte hasta ahora.

Las delegadas y delegados asistentes al mismo debatieron y respaldaron el texto que transcribo a continuación mediante la siguiente votación: 83 votos a favor, 15 en contra y 6 abstenciones.

Tras constatar que:
1º.- La dirección mayoritaria de IU - con sus diversos componentes - ha adoptado la decisión de renunciar a la construcción de la alternativa al sistema capitalista, identificándose claramente como subalterna a una de las dos fuerzas, en este caso el PSOE, cuyo objetivo es el uso del aparato del Estado - en su doble dimensión interna e internacional - para el servicio de los intereses del capitalismo neoliberal.

2º.- No apostar de forma inmediata por fortalecer la resistencia social y sindical ante las nuevas amenazas a derechos sociales y laborales y ante la enésima vuelta de tuerca hacia políticas fiscales regresivas que el gobierno anuncia - con la complicidad de las direcciones mayoritarias de CC.OO. y UGT, que se aprestan a garantizar la paz social - supone contribuir a un proceso suicida desde el punto de vista de los intereses de la clase obrera.

3º.- Las condiciones objetivas del desarrollo del imperialismo y del capitalismo neoliberal, junto al incremento incuestionable de la resistencia y la lucha social, exigen de forma perentoria la construcción de un referente político que haga posible su articulación y fortalecimiento, en el camino de la construcción del proyecto histórico emancipatorio de los pueblos del Estado español.

4º.- La larga historia de actuaciones antidemócráticas por parte de las direcciones de IU Federal y de las CC.AA. destinadas a conformar mayorías dóciles - que ha configurado una organización compuesta mayoritariamente por clientelas políticas - y la huida en masa de los compañeros y compañeras comprometidos con el proyecto originario de IU, niega cualquier esperanza de cambio a través de lucha interna.

CORRIENTE ROJA ACUERDA TRASLADAR A LA DIRECCIÓN DE IU SU VOLUNTAD DE CAUSAR BAJA COMO CORRIENTE INTERNA.
Esta decisión refleja la voluntad de renunciar a la batalla interna como objetivo de la acción política de Corriente Roja, independientemente de que personas o Asambleas IU que formen parte de CR decidan continuar en IU y desarrollen el trabajo que estimen oportuno.

Así mismo implica la recuperación de la independencia política de CR - ampliamente experimentada en varios territorios - para configurar espacios de intervención social autónomos y caminar hacia la construcción del referente anticapitalista y antiimperialista que identificamos como prioridad política.

Un cordial saludo,

Fdo.: Ángeles Maestro Martín

Madrid, 28 de junio de 2004

Sitio web de Corriente Roja


IURebelión

 Julio Anguita confiesa que dejó la dirección de IU por serias discrepancias con la línea política de la organización
España
30-06-2004

Contribución desde Mérida al nacimiento de un "Partido de la Lucha"
Julio Anguita confiesa que dejó la dirección de IU por serias discrepancias con la línea política de la organización

Zaratustra
Rebelión

Julio Anguita confesó "por vez primera en público" las razones de su retirada de la dirección de Izquierda Unida en el acto que sentó juntos el sábado, 26 de junio, en Mérida (Badajoz), al ex Coordinador General de IU, al ex coordinador General de IU en Extremadura, Manuel Cañada, y a representantes de la CGT, Baladre y Ecologistas en Acción. Instado por la pregunta de un oyente, comentó que "la enfermedad no fue más que un pretexto, yo tenía decidido desde hacía tiempo que iba a abandonar la dirección de Izquierda Unida. No me echaron. Dimití yo". Según Anguita, su retirada de la cabeza de esa organización política se debió a que se había consumado la derrota de las posiciones por él defendidas y no veía sentido seguir donde no se sentía a gusto. Para el ex candidato a la presidencia del Gobierno, la historia del PCE ha estado marcada en todo el posfranquismo por la división en tres grandes tendencias: los socialdemócratas, "siempre dispuestos a servir de caja B de votos al PSOE"; los "fieles a la Tercera Internacional", que llevan una buena temporada callados, y, por último, los comunistas "con medio litro de sangre anarquista", de alguna manera herederos de la antigua tradición de lucha anarcosindicalista. Anguita dijo sentirse parte de esta última tendencia, que ha sufrido un proceso de enfrentamiento con la fracción "socialdemócrata" que ha tenido distintos momentos: el intento carrillista de enmendar la fractura de 1920 regresando "al redil del PSOE", las crisis con "Nueva Izquierda", los llamados a construir la "casa común de la izquierda", etcétera, hasta llegar al momento actual que los dirigentes de IU denominan "la izquierda plural" y que no es sino una definitiva subordinación al partido grande de la supuesta izquierda.

El ex Coordinador General aseguró que nunca quiso dar un cheque en blanco ni al PSOE ni a Comisiones Obreras en nombre de la lucha contra "la derecha", sino que buscó siempre las alianzas con las ideas, el programa, puestas sobre la mesa. Explicó que esa es la clave para entender la Iniciativa Legislativa Popular que IU lanzó a favor de la jornada de 35 horas semanales sin reducción salarial, para la que se alió con ya CGT y USO y dejó de lado a CCOO y UGT. Para el que fuera alcalde de Córdoba, la dirección actual de Izquierda Unida "sólo piensa en los votos y así se ha quedado sin votos". Para completar la respuesta al asistente al acto, explicó que, a mediados de los noventa, el pacto de IU con el PSOE para gobernar la Comunidad de Madrid dio lugar a iniciativas muy agresivas con el medio ambiente y contrarias a todos los principios de la izquierda, como fue el apoyo, "con fuertes intereses económicos por medio", de IU a los cañones de nieve en Navacerrada (Madrid). Anguita dijo asumir su responsabilidad por "no haber metido la mano" en aquel entonces en la Federación de Izquierda Unida de Madrid dirigida por Ángel Pérez, en la actualidad uno de los tres diputados de la coalición en el Congreso.

Tanto Julio Anguita como Manuel Cañada abogaron públicamente por que los comunistas abandonen Comisiones Obreras. El ex dirigente extremeño dijo que le había costado mucho dar el paso, y que se había afiliado a la CGT porque "no tiene ningún sentido permanecer en un sindicato que se ha convertido en un puntal del sistema capitalista", y citó los casos de Sintel y Puertollano como ejemplos de esto. Anguita atribuyó a la dirigencia de CCOO una gran responsabilidad en el proceso de derechización de Izquierda Unida, y contó que los cabecillas de este sindicato, en su afán por ocupar el puesto de la centenaria UGT como sindicato socialdemócrata, habían acabado asentándose en posiciones aún más a la derecha.

El partido de la lucha

El acto público fue convocado por la Fundación de Investigaciones Marxistas para buscar "alternativas al neoliberalismo" y unió a cinco ponentes de distintos ámbitos que dieron a entender que se está intentando fraguar una amplia alianza anticapitalista desde sensibilidades muy distintas y movimientos sociales muy heterogéneos. El representante de Baladre, Manolo Sáez, llamó a esta iniciativa "el partido de la lucha". "Colegas, ya vale de luchar entre nosotros, unámonos contra ellos", dijo, y aseguró que es posible un amplio entendimiento porque "es urgente salir de este sistema aberrante". Tras más de dos horas de escuchar al numeroso público asistente al Hotel Velada de Mérida (Badajoz), todos los intervinientes de la mesa se comprometieron a seguir en esa senda y repetir pronto nuevas reflexiones. En este sentido, desde el público surgieron voces invitando a que "el partido de la lucha" empiece por dotarse de medios de comunicación propios con los que acceder realmente al grueso de la población sin necesidad de pasar por el tamiz de los medios de masas, que pertenecen todos a fuertes intereses económicos capitalistas. Una voz llegó a invitar a los dirigentes de Izquierda Unida a irse preparando para juntar los medios necesarios para poner en marcha "por lo menos una emisora de radio estatal, aunque lo interesante sería llegar a disponer de una emisora de televisión".

 


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