CUBA SOCIALISTA 
La doble moral de la "intelectualidad" contra Cuba

Quieren guerra
Jose Daniel Fierro
Rebelión

10 de junio del 2003

El pasado sábado 7 de junio, el diario El País publicaba -en su sección de Cultura- una página entera, que bajo el título "Carta abierta contra la represión en Cuba" incluía un extenso listado de firmas (supuestamente del "mundo de la cultura") reunidas bajo el membrete de una autodenominada "Asociación Encuentro de la Cultura Cubana". Insertado en la página se encontraba un breve manifiesto (suscrito por los firmantes), que dejaba bien a las claras, en apenas siete líneas, cuál era la posición defendida por la Asociación Encuentro y quienes la apoyaban.

Llamaba la atención que, estos "intelectuales", definieran el genocidio en Iraq y las protestas de millones de personas en todo el mundo como "conmoción internacional generada por la guerra en Irak". Y que acusaran a Fidel Castro de utilizar ese "momento de conmoción" para reprimir a la disidencia, cuando hay hechos y pruebas concretas que demuestran que fueron precisamente los EE.UU. quienes aprovecharon que la opinión pública miraba hacia Iraq, para intentar desestabilizar por la fuerza el régimen cubano.

A estas alturas sería ocioso argumentar las razones o la conveniencia en la forma de actuar de la justicia cubana. Muchas personas lo han hecho con bastante acierto, y en multitud de periódicos y revistas alternativas se han podido leer artículos intelectualmente honestos y respetuosos con el proceso de la revolución cubana.

Lo que en cualquier caso a estas alturas queda claro es que el ataque del Imperio, intentando someter a Cuba, puso al pueblo cubano en la disyuntiva de sucumbir o de tener que tomar decisiones drásticas.

Lo curioso del caso, ya no es la intencionalidad clara y manifiesta de acoso y derribo al gobierno cubano. Lo curioso es que haya "intelectuales" que se presten al juego del Imperio. Lo chocante es que el mismo día (en la sección de Internacional) El País incluyera una noticia de media página sobre las "pésimas condiciones de reclusión" de los 75 disidentes cubanos juzgados y condenados. Y que entre la larga lista de firmantes estuviera toda la plana mayor del periódico: empezando por Juan Luis Cebrián y siguiendo por Santos Juliá, Antonio Elorza, Félix de Azúa, Juan José Millás, Vicente Molina Foix, Rosa Montero, Antonio Muñoz Molina, Jose Luis Pardo, Hermann Tertsch, Vicente Verdú... ¡Qué casualidad!

Será también casualidad que ninguno de ellos alzara la voz contra el golpe de estado en Venezuela que su mismo grupo editorial (el grupo Prisa) defendió y jaleó. Y que como muy bien argumenta Carlos Fernández Liria, en "Periodismo y crimen", los "jefes de redacción [de El Mundo y El País] se hicieron reos de apología golpista, colaboración con banda golpista y, quizás, en algún sentido, pertenencia a banda golpista (evidentemente, armada)", el día que desde sus ordenadores decidieron mentir descaradamente, ocultar qué era lo que realmente estaba pasando en Venezuela y justificar el golpe de estado, sencillamente porque el grupo Prisa tiene intereses económicos en Venezuela y sus socios se encontraban en el bando golpista.

El largo listado de firmantes (que no he tenido la paciencia de contar, pero que seguramente sean más que los asistentes a la concentración contra Cuba del pasado 26 de abril en la Puerta del Sol madrileña) incluía además alguna que otra sorpresa.

Porque ¿qué hacían esos que vimos en las manifestaciones y en los actos contra la guerra? Me refiero a gente como Gaspar Llamazares, Pedro Almodóvar, Ana Belén y Víctor Manuel, Joaquín Sabina y tantos otros que pueblan el pasquín con sus nombres. Suponíamos que su oposición a la guerra era en tanto que imperialista. O que se oponían a las guerras. A todas. Pero ahora hemos visto que no. Que ellos jamás se pronunciarán sobre la política interna de otros países como Turquía, Arabia Saudí, Marruecos o los propios Estados Unidos, pero sí sobre la de Cuba.

¿Oportunismo? ¿necedad? Lo cierto es que sin pudor y sin recato se presentaron de la mano de una caterva de "intelectuales" de dudoso pelaje.

Algunos de los ilustres firmantes

El "editor" cubano Carlos Alberto Montaner fue condenado en Cuba (en 1961) por participar en una organización terrorista de la CIA que camuflaba explosivos en paquetes de tabaco. Consiguió escaparse y salir de Cuba como asilado. Al año siguiente (en 1962) durante la crisis de los misiles se alistó en las fuerzas especiales cubanas del ejército estadounidense. Fichado por la CIA en los años sesenta, recaló en España en 1970 fundando la Editorial Playor y la agencia de prensa Firmas Press. Montaner fue el encargado de facilitar el ingreso en Francia al terrorista Juan Felipe de la Cruz quien murió al estallársele la bomba que transporta. Montaner es uno de los abanderados explícitos de la anexión de Cuba a los EE.UU. En 1990 constituyó la Plataforma Democrática Cubana y al año siguiente la Concertación Democrática Cubana (CDC), organización disidente en el interior de la isla. Entre los miembros de esta organización se encuentran Mª Cruz Varela, Hubert Matos, Jose Ignacio Rasco y Juan Suarez Rivas (ex-directivo de la Fundación Nacional Cubano Americana -FNCA- hasta 1992), todos ellos firmantes del manifiesto. Carlos Alberto Montaner fue, además, miembro fundador de la Fundación Hispano Cubana (FHC) (1).

Hubert Matos, pasó dos décadas en la cárcel por sublevarse, junto a sus hombres (era jefe del regimiento del Ejército Rebelde en Camagüey), a los diez meses del triunfo de la Revolución en Cuba. Al salir de la cárcel (y de Cuba) en 1979, formó el grupo Cuba Independiente y Democrática (CID). El periodista ex-batistiano, Luis Manuel Martínez, dijo de Matos que desde que salió de la isla "estuvo en manos de la CIA". Fue director de La Voz del CID, una emisora de onda corta que emitía hacia Cuba y que estaba financiada parcialmente por la CIA, como reconoció Jeff Whitte propietario de Radio Miami Internacional.

El clan Estefan (Gloria y Emilio). Accionistas de Bacardí y por ello financiadores de actos terroristas en Nicaragua, Angola y Cuba y cómplices en el robo de patentes cubanas. Gloria y Emilio Estefan patrocinan otras organizaciones paraterroristas como "Hermanos al Rescate".

Martha Frayde. Ex-embajadora de Cuba ante la UNESCO en París. Fue reclutada por la CIA mientras desempeñaba este cargo. Junto a Elizardo Sánchez, Gustavo Arcos y Ricardo Bofill, organizó un grupúsculo contrarrevolucionario que hacía llegar información a la delegación estadounidense en la ONU, sobre presuntas violaciones a los derechos humanos en Cuba. Representó a Gustavo Arcos en la inauguración de la Fundación Hispano Cubana (FHC) en Madrid.

Robert Menard (secretario general -y en representación- de Reporteros Sin Fronteras). Es curioso, a RSF no se les escuchó quejarse cuando las tropas yanquis asesinaron a los periodistas que cubrían la guerra en Iraq y ahora están poniendo tanto énfasis en que se respeten los derechos humanos en Cuba que se encuentran a punto de ser expulsados de la ONU por su postura agresiva y rayando en lo ilegal contra la isla.

Desestabilizadores de profesión como Jorge Castañeda (ex- canciller de Relaciones Exteriores mexicano) que hizo cuanto pudo desde su despacho ministerial por atacar al gobierno cubano.

El liberal Mario Vargas Llosa. De radical militante de la izquierda a conservador de la derecha. Siendo responsable en Perú de una investigación por la masacre de varios periodistas ocultó la responsabilidad de los mandos militares. Es amigo personal de varios dirigentes de la extrema derecha del exilio cubano y miembro fundador de la FHC.

Intelectuales orgánicos como Fernando Savater, Carmen Gurruchaga, Fernando Sánchez Dragó y otros similares, que saben como nadie qué decir y dónde situarse para que les caiga algo de la mesa del festín de los poderosos.

Ex-ministros y otros cargos del PSOE, que nunca encontraron la ocasión para manifestarse contra el terrorismo de estado pero que ahora les ha faltado tiempo para suscribir este ataque a la soberanía cubana. Jose María Maravall, Jorge Semprún, Carlos Solchaga y Joaquín Leguina.

Desertores de la izquierda en la que nunca creyeron como Jorge Edwards, Sergio Ramírez y Diego López Garrido.

En fin, el elenco es amplio, así que, para qué seguir.

Izquierda Unida ¿qué pinta en todo esto?

Era realmente el eslabón que faltaba en la larga cadena de despropósitos de esta coalición socialdemócrata. Durante 48 horas militantes y simpatizantes de IU creyeron que Gaspar Llamazares había cogido la senda que ya tomó Jose María Fidalgo (patrón de CC.OO.) con su carta a la embajadora de Cuba en Madrid. Las críticas y los reproches se sucedieron.

Durante ese tiempo IU guardó silencio. Al fin, dos días después (el 9 de junio) el Secretario de la Comisión Permanente de IU envia una carta a El País en la que textualmente dice: "El coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, ha retirado su firma, que nunca autorizo personalmente, de la 'Carta abierta contra la represión en Cuba' (...) porque considera que el texto es desequilibrado, al no hacer mención al bloqueo de la isla por parte del gobierno de EEUU y no responde al sentir mayoritario de los miembros de IU. La notificación de la firma de adhesión del coordinador general fue remitida erróneamente por un colaborador de Gaspar Llamazares, sin haberle consultado previamente".

Es decir, el manifiesto y las firmas se publican el sábado. En pocas horas, miles de personas comprueban sorprendidos de que el coordinador general de IU ha firmado un manifiesto contra el gobierno cubano. Comienzan a producirse las primeras críticas dentro y fuera de la coalición, pasa el fin de semana, y el lunes por la mañana, el propio Gaspar Llamazares dice estar sorprendido al enterarse de "la inclusión de su firma en el documento" y desmiente tal extremo. Acusando de la confusión a un colaborador personal, de quien salió la idea de incluir el nombre del Coordinador de IU, sin haberle consultado.

¿Alguien entiende algo?



--------------------------------------------------------------------------------

(1) Esta fundación fue creada en 1996 por el Partido Popular y auspiciada desde Miami por el ultraderechista Jorge Mas Canosa (presidente hasta su muerte de la FNCA y desvalijador de la empresa SINTEL con la connivencia del PP). Los tres principales miembros de la directiva de la FHC fueron Mario Vargas Llosa, Carlos Alberto Montaner y Jorge Mas Canosa. Las raíces de la Fundación se remontan un año antes cuando Jose María Aznar (siendo candidato a la presidencia) visitó Miami donde se reunió con varias organizaciones de extrema derecha del exilio cubano entre ellas con la FNCA de Mas Canosa. De esa ciudad, Aznar partió de gira por El Salvador y Costa Rica regresando una semana después a bordo de un avión de la FNCA.

Fuentes: Disidentes o mercenarios, Hernando calvo; Bacardí, la guerra oculta, Hernando Calvo; Periodismo y crimen, VV.AA.


Antiglobalización  -  Antivirus  -  Archivo Sonoro  -  Argentina  -  Bibliografía/Citas  -  Ciencia - CineColombia -  Contactos / Foro -  Convocatorias  -  Correo recibido  -  Chile  -  Cuba  -  Documentos -  Documentos militante -  Ecología -  Empleo -  Enlaces -  EE.UU. -  Formación -  Fotografía -  HUELGA GENERAL   - LegislaciónLiteratura  - México   Mundo Insurgente -  No Fumar -  Organigrama -  Palestina -  Plan de trabajo -  Prensa -  Problema Español -  Profesionales y Comunistas -  Resoluciones - SIDA - Sexualidad -   Software Libre -  Venezuela -  XVI Congreso Federal y  -  VI Congreso de Madrid
Volver a la página de inicio

Novedades


Sitio web de la Agrupación de Profesionales del Partido Comunista de Madrid  - http://www.profesionalespcm.org 
Los comentarios son bienvenidos
(profpcm@profesionalespcm.org): Carta a profpcm@profesionalespcm.org
Teléfono: (+34) 91 539 20 05 Fax. 91 539 03 37
Domicilio Social: C/Fray Luis de León, 11 - Esc. 2-2º (28012) Madrid. 

Envíanos tu aportación, o comentarios via formulario.
Recomendado reproducir material citando su procedencia..Impreso en papel reciclado y reciclable