CORREO RECIBIDO

Aproximadamente serían las 21 horas. Mi esposo había salido para hacer un llamado telefónico. Mi suegra pronto llegaría. Golpearon a la puerta. No tenía luz en el frente. Pensé en mis hijos, en mis padres... Pensé que sería el fin. Minutos antes, mi marido y yo recapitulábamos una información periodística y todo cerraba... tomaba forma, nombre y apellido; las amenazas adquirían de pronto sentido. Me quedé sola, sin miedos, tranquila, segura. Hasta que golpearon a la puerta.

Pensaba en todo aquello que llaman ETHOS de simbiosis que fluye en toda la cultura asiática. Me refiero a la tendencia psicológica a favorecer la armonía sobre la oposición, la unión sobre la división, el nosotros sobre el yo, es la creencia de que los seres humanos deben vivir unos con los otros, junto a la naturaleza, para respaldarse, para florecer unidos en el marco de un clima relativamente moderado y de un entorno natural favorable. No puede negarse que el Confucionismo, es una de las principales fuentes de este pensamiento, aunque de ninguna manera estoy identificando este ETHOS de simbiosis, con los principios Confucionistas clásicos como "las tres relaciones", o "las cinco prácticas" (la relación entre gobernantes y ministro, padre e hijo, esposo y esposa, y las prácticas del humanismo, la rectitud, los ritos, la sabiduría y la fe).

La mayoría de estas enseñanzas se asemejan en el sentido de otorgar importancia primordial, no al individuo, sino al grupo. Pero por otro lado, consolidan el status quo de la jerarquía social y poseen el efecto colateral negativo de producir rigidez y estancamiento en la sociedad.

T´ an Su-Tung dijo: "son los nombres los que nos impiden conocer el humanismo", con esto quiso denunciar la fragilidad del juicio humano, preocupado por los nombres.

Salí a ver quién llamaba...

En la oscuridad del rellano de la puerta había un hombre; en la vereda otro. No sentí otra cosa que bronca, y antes de que pudiera preguntar quién era el hombre llevó su mano al bolsillo y sacó su placa. Policía. En ese momento apareció mi esposo.

Los invitamos con mate, sentado a la mesa, en la cocina; nos explicaron quiénes eran. Los enviaba el Ministro de Justicia (con quien nunca tuve contacto personal), el señor Silva.

La reunión se pareció a un interrogatorio. Otra vez el sentirme desprotegida y confundida.

Mi mente volaba. Recordé otra reunión, mantenida con el señor Agustín Justo, los entonces concejales Encarnación Lozano y Carlos Brito (MPN y FREPASO); en aquella oportunidad todos estábamos por igual perplejos y comentábamos el programa del periodista La Nata, "Día D", que en una de sus emisiones anunciaba la presencia de agentes de gobierno diseminados por todo el país. ¿Qué estaba ocurriendo?

Durante horas los agentes (así se identificaron), preguntaron sobre mi pasado, el presente, la radio, "posibles amantes celosos" (¿?), los motivos, las probabilidades, hablaron de la democracia, de Cutral-Co, los militares, uno de ellos tomaba nota, quería saber si yo tenía conocimiento de la existencia de otros programas iguales o similares a "Posdata" en otros puntos de la provincia.

Los agentes estaban vestidos de civil, pelo largo y auto sin patente (se excusaron de haberla perdido en el camino). Por momentos sentí y percibí cierta inducción a señalar a un culpable (al intendente de Plottier). No era esa su tarea. Pero en realidad ese fue un sentimiento mío. Lo cierto es que me transmitían la preocupación del gobierno por mi caso.

De la misma manera que la vida de uno cambia momento a momento (jamás permanece igual), físicas y espiritualmente todos cambiamos. El medio ambiente, la familia y la sociedad cambian también. Nada puede detener el tiempo. Dentro del contexto el cambio infinito, e intentado mantener esta situación en forma correcta viviéndola de la manera más productiva. Y una vez más, recurro al pensamiento de Sócrates; él creía que para que los seres humanos despertasen a su verdadera naturaleza, primero era necesario superar la propia ignorancia sobre uno mismo.

Asumo y reafirmo una vez más la continuidad de "Posdata". La personalidad no reside en presiones físicas o psicológicas, sino en la unificación de la mente e integración de la voluntad y las emociones, la toma de fortaleza y de la determinación. Honesto no es aquel que habla de un ideal, sino el que lo pone en práctica día a día, momento a momento.

Podríamos decir que la personalidad de un hombre representa las dos primeras partes, y su intelecto y palabras, únicamente representa el tercio restante. Mi lucha fue solitaria, mi búsqueda siempre ha sido la de aprender.

Cabe destacar que a esta altura de los acontecimientos el señor Sergio Callia, abogado e intendente de Plottier responde a mi solicitud de auspicio con $50 mensuales, dinero que corre por cuenta del Partido Justicialista de la ciudad. Es imposible resumir en las páginas de un libro todo lo ocurrido. Tampoco es mi intención abrumar al lector con fechas y certeras descripciones de lo sucedido, sintéticamente, durante los meses que siguieron a la primera amenaza en junio. Imposible plasmar lo que sentíamos mi familia y yo. Mis hijos eran discriminados en la escuela, mi esposo no encontraba trabajo, y de ser víctimas parecíamos victimarios.

Cerca del mediodía deslizaron un papel en el portón, decía con letras recortadas y pegadas prolijamente sobre un papel blanco:

"último aviso, necrológicas".

La palabra necrológicas estaba extraída del diario Río Negro, recuerdo que lo charlé con la señora Isabel (esposa del propietario de la radio) y buscamos en la sección del mismo nombre ese día en el diario.

Encontramos algo que nos llama la atención. Se anunciaba el fallecimiento de una persona cuyo apellido compuesto estaba curiosamente formado por el apellido de Isabel y el de su esposo.

Pero no profundizamos más allá de lo concreto. El mensaje seguí siendo confuso y cobarde.

En estas épocas, caracterizadas por la amplia búsqueda de lo material y superfluo, tal vez parezca una empresa demasiado difícil, enfrascarse en la lectura y en la reflexión. Pero si no hacemos un esfuerzo, con el tiempo puede desencadenarse la devastación de la "Humanidad", como rasco inherente al hombre.

Cuando en realidad, el verdadero camino radica en la reconstrucción de los valores perdidos, a través de la autoevaluación, el autocontrol y una mayor sabiduría para la vida. La vida es diversa, los seres humanos son diversos; es algo natural. Cada uno tiene su función específica distinta de los demás, pero de importancia esencial. Los que saben aprender de las diferencias, y descubrir que en ellas se haya no lo opuesto, sino el nutrimento de oposición que aporta la diversidad de la vida, modificarán incluso la propia sociedad.

Una vez leí: "sea cual fuera el problema que suceda, consideren que es transitorio como un sueño".

Nuestro mundo es duro, salvaje, el hombre es extremadamente competitivo, a casi nadie le importa el sufrimiento de otros y muchos provocan tales sufrimientos.

En la vida enfrentamos obstáculos, es como transitar un callejón sin salida, es difícil escalar la montaña de nuestro destino. La destrucción es un instante, la construcción; desesperada lucha, el desarrollo desprenderá de nuestra postura hacia un "distante" futuro. La última amenaza fue un revólver en la cabeza de mi hijo más pequeño.

La educación será punto que esclarezca la forma sutil que operan los sentimientos y la mente de los humanos.

Los sentimientos son los mismos que en todas las épocas...

La psicología del hombre de nuestro tiempo es la misma...

La gente siegue siendo proclive a muchas tendencias...

¿Qué determina el deterioro de la fe?

Clara Britos


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