CONGRESOS
Informe Político
VI CONGRESO PCM

1.       Afirmamos en la presentación de los documentos a debate en este VI Congreso del PCM que el XVI Congreso Federal ha supuesto el refrendo del modelo organizativo del que nos dotamos en el XV Congreso con las necesarias adaptaciones al momento actual y, en lo político, el reforzamiento y clarificación de nuestra inequívoca apuesta por IU como movimiento político y social transformador; la reafirmación de que somos sólo una parte del movimiento real en la construcción de una alternativa que necesita de las ideas y el impulso marxista y, algo ya apuntado en el XV Congreso como "cambio de era" de una nueva fase histórica en la podrían concurrir factores que alumbren el surgimiento de una nueva generación revolucionaria". Ello, en el reciente Congreso Federal, nos ha llevado a la síntesis entre lo clásico y lo nuevo en nuestra posición en el actual conflicto social que sigue siendo expresión de la contradicción capital-trabajo más allá de la heterogeneidad de la lucha de clases en esta fase de hegemonía del capitalismo descrita como globalización y de sus sujetos, la atomización del proletariado y el surgimiento de un "neoproletariado", la confusión de gran parte de la izquierda política y social y la obsesión por el centro político de una socialdemocracia que alguien ha llegado a caracterizar recientemente como socialdemocracia sin clase trabajadora.

Corresponde a este Informe, además del balance de la actividad del Partido en Madrid desde nuestro último Congreso y siguiendo la misma estructura del presentado por nuestro Secretario General en el marco federal, aportar algunas reflexiones complementarias al mismo y otras sobre importantes acontecimientos acaecidos en los últimos tres meses y medio entre los que, en el marco nacional, cobra la máxima trascendencia la convocatoria de huelga general que, en el momento de redactarse nuestros documentos congresuales, era sólo una posibilidad por la que apostábamos desde nuestra propuesta de movilizaciones como necesidad política finalmente así entendida por los sindicatos mayoritarios. Además de lo hecho hasta aquí en IU en los pocos días que quedan hasta el 20, debemos intensificar nuestra presencia en actos informativos y en las calles de nuestros barrios y en nuestros centros de trabajo o estudio como informadores y proselitistas para coadyuvar a su éxito y el propio día 20 nutrir los piquetes informativos.

Puede que algo distinto empiece el 20-J, pero lo que seguro es que, salga como salga, los comunistas madrileños seguiremos en el esfuerzo de ayudar a construir una alternativa de izquierda como señalaba el lema del Congreso Federal, y para ello es necesario trasladar su diagnóstico de la situación española a las características de nuestra región sin olvidar que en ella, por su condición de región capital, casi todas las contradicciones y desequilibrios se agudizan, al tiempo que en ella se reflejan los aspectos generales de las políticas del PP.

Para todo ello, además de los documentos congresuales federales, tomamos en consideración los informes al Comité Federal del 28 de abril y al Comité Ejecutivo Federal del pasado día 7.

  1. En el plano internacional, además de la consolidación de la presencia militar USA en Afganistán, sin resultado alguno en la captura de los autoinculpados del 11-S, se incrementan las amenazas contra los unitaleralmente calificados países terroristas y representantes del "eje del mal", ampliado recientemente a los "tiranos" según infable definición del Sr. Bush, y se propicia el clima bélico entre Pakistán y la India con el telón de fondo de Irán como país "recalcitrante" y la apertura, vía Afganistán-Pakistán, de los recursos energéticos (gas y petróleo) del área oriental del Caspio, por el Índico hacia los emergentes mercados de enorme potencial del Extremo Oriente.

El genocidio del pueblo palestino se ha consumado en Yenín con plena connivencia de una UE, presidida por Aznar, al servicio de los intereses geoestratégicos USA en la zona. La liberación condicional de Arafat y la reconstrucción del aparato institucional y policial palestino se va a producir en un escenario de previo aplastamiento militar que no garantiza un horizonte favorable a la causa palestina. La intervención masiva sobre Irak que, por otra parte, no ha cesado intermitente y sistemáticamente desde la Guerra del Golfo, el desmembramiento de su actual unidad como país y el control de sus recursos, a pesar de las reticencias formales que los países árabes y algunos de la UE plantean, parece un dato evidente de la Historia inmediata. La ampliación de la base de Rota es pieza clave en la geoestrategia USA para el Mediterráneo y el Próximo y Medio Oriente.

La cuestión saharaui ha experimentado un giro nefasto por la posición USA en el conflicto que ha pasado de la mediación (Baker) al apoyo explícito al gobierno marroquí y su plan de autonomía del territorio saharaui bajo la plena soberanía de Marruecos. Paradójicamente hoy la posición del PP es más coherente que la del PSOE en la defensa del Plan de Paz originario de NN.UU., cuyo instrumento sigue siendo el referéndum, aunque lo sea por oportunismo frente al contencioso en relación a la inmigración, las inversiones españolas y las cuotas de productos marroquíes hacia los mercados europeos. La posición del PSOE es tan ambigua en este tema como en tantos otros y más oportunista puesto que, entendiendo el grado de sensibilidad interior al respecto, intenta hegemonizar los movimientos de solidaridad (institucionales y asociativos), olvidando que durante sus gobiernos no sólo no hizo nada por la causa saharaui sino que llegó, incluso, a retirar el rango diplomático que la R.A.S.D. tenía, por otra parte, las visitas de González y Zapatero a Marruecos aseguran su neutralidad en el conflicto, lo que equivale a un apoyo implícito al colonialismo marroquí. Nuestra inequívoca apuesta por la causa del pueblo saharaui en asociaciones, instituciones y el conjunto de la sociedad, debe tener eso muy presente.

En América Latina, el fallido golpe de estado en Venezuela abortado por las capas populares que sustentan su legítimo gobierno, ha hecho volcar los esfuerzos USA sobre Colombia en un proceso electoral que no es más que otra vuelta de tuerca en el "plan Colombia", con la elevación a la presidencia del padrino de los paramilitares, la inclusión de las FARC en el listado de organizaciones "terroristas" y los intentos de Bush para que sean consideradas como tales por la UE.

En Guatemala, El Salvador y México el genocidio protagonizado por militares y paramilitares, en nombre de sus oligarquías, se recrudece. El expolio y la represión enseñorean todo el continente. Sobre la situación en Argentina, la extensa glosa del informe federal nos excusa insistir. En Brasil, la frustración que para el imperialismo ha supuesto el triunfo de los pobres en Venezuela y el ejemplo que supone Porto Alegre va a hacer muy difícil el triunfo de la izquierda en las próximas elecciones. Contra ello USA y la oligarquía brasileña desplegarán todos sus medios.

La ofensiva contra Cuba en todos los foros de supuesta defensa de los derechos humanos dominados y manipulados por la diplomacia norteamericana y la acusación de que fabrica y vende armas biológicas la sitúa de pleno en el "eje del mal" y, de momento, justifica el endurecimiento de su injusto bloqueo. La contestación del pueblo cubano, de su presidente y del vicepresidente C. Lage, al que hemos tenido la oportunidad de escuchar en el brillante acto de solidaridad organizado recientemente en Coslada, no sólo no deja lugar a dudas, sino que refuerzan nuestro apoyo al pueblo y al gobierno cubano. Felicitamos a los organizadores de dicho acto y nos felicitamos por nuestra contribución a su éxito.

El continente africano sigue siendo el escenario privilegiado para el capitalismo internacional de la explotación de sus recursos, del mantenimiento y fomento de las tribalidades y luchas civiles, de regímenes "amigos" dictatoriales, del sida y otras epidemias no atajadas por los homicidas intereses de las multinacionales de la industria farmacéutica, de las hambrunas genocidas. En definitiva, África es cada vez más la trasera del mundo que no participa de ninguna de las aparentes ventajas de la globalización y que se hunde por los efectos del más brutal colonialismo en el que varios países de la UE, no solo son cómplices, sino protagonistas activos.

La solidaridad internacionalista es una obligación prioritaria del Partido.

El espejo de Porto Alegre, en el que nos reflejamos como ejemplo de democracia participativa basada en la gestión popular de los recursos, es, por una parte, esperanza, pero también debe ser conciencia autocrítica del impulso que perdimos al acompañar al PSOE en sus afanes falsamente modernizadores olvidando que fuimos los comunistas, desde los primeros ayuntamientos democráticos, los que impulsamos Reglamentos de Participación Ciudadana a través de los que, entre otras cosas, los vecinos participaban en la confección de aspectos de los presupuestos municipales que afectaban a su cotidianidad. Además de eso, conviene tener presente que, al fin y al cabo, en Brasil, en Europa y en todos los sitios son los gobiernos estatales los que fijan en sus Presupuestos Generales la cantidad de recursos que pueden administrar las localidades para atender los servicios que prestan y que en este país su manifiesta insuficiencia es fuente de todas las corrupciones de la democracia directa y explotación indirecta de una ciudadanía a la que no revierten, en forma de servicios públicos suficientes y de calidad, las plusvalías que generan, porque lo impide una fiscalidad injusta y antisocial política de privilegios y subvenciones exclusivamente enfocadas al aumento de la tasa de beneficios sin retorno, además, en forma de generación de empleo y bienestar.

La lucha por la democracia avanzada, la consecución de lo que hoy llamamos "Carta Ciudadana" sigue teniendo como fundamento la lucha contra la explotación, la dialéctica capital-trabajo que, en relación a lo que significan los movimientos antiglobalización y los Foros Sociales, debe situarnos lúcidamente en todos ellos contra la globalización neoliberal y por la paz en cada ámbito de nuestra acción, en cada barrio, en cada pueblo, en cada región, en el país, en Europa y con el mundo.

El PCM, todas sus organizaciones y militantes deben volcarse al mismo tiempo en la lucha contra la globalización neoliberal y participar en el amplio movimiento en marcha contra las políticas del PP en España, porque es la misma lucha.

La construcción europea, cumbre tras cumbre, se va diseñando bajo los designios de la "trilateral" neoliberal. La presidencia española que termina este mes ha sido el paradigma del endurecimiento de los elementos economicistas y autoritarios de un modelo que sólo busca el aumento de la tasa de beneficios basada en una paz social que, afortunadamente, empieza a quebrar por la creciente contestación de los movimientos sociales y sindicales en un efecto sinérgico que aquí también apunta como tendencia desde las movilizaciones de Barcelona y que deben culminar con el mayor éxito posible el próximo día 22 en Sevilla frente a una cumbre que va a suponer la última ofensiva de la derecha europea xenófoba, interesadamente antiterrorista y que sólo persigue la convergencia económica antisocial, la destrucción de lo público, de cualquier vestigio del estado del bienestar y de la conciencia de lo colectivo, intentando aniquilar la nueva cultura de izquierda que incorpora lo clásico y lo nuevo y en la que los comunistas, desde nuestras razones históricas, ratificadas hoy por las condiciones reales, estamos más de actualidad de lo que unos desearían y de lo que muchos de nosotros asumimos.

En esta puta vieja que es Europa pero que es, al mismo tiempo, la de las luces y la de la democracia y las libertades, la de las propuestas utópicas y la madre del socialismo necesario y posible, hay 60 millones de pobres y, de ellos, 8 en nuestro país. La xenofobia, con mayores o menores tintes racistas según en que regiones y países, se fomenta para incrementar el miedo social y el desplazamiento de la conciencia de las verdaderas causas de la quiebra del bienestar logrado a lo largo de muchos años por el movimiento obrero.

Frente a todo ello es necesaria la construcción de una Europa realmente democrática y social basada en la movilización frente a la ofensiva contra la clase en cada país y coordinando los esfuerzos a escala continental poniendo, al tiempo, la política en primer plano de la acción, porque sólo gobiernos de izquierda, ya avisados, debemos esperar, de que la incoherencia es el caldo de cultivo en que se cuece el huevo de la serpiente, en cada país europeo y en los ámbitos de decisión internacionales, pueden garantizar una Europa contrapeso a la barbarie, a la explotación y la guerra.

La lucha por la paz ha sido, y hoy más que nunca, uno de los principios claves diferenciadores de la derecha y la izquierda. En relación a la lección francesa, la alineación del gobierno de izquierdas con la belicosa política USA, mandando incluso aviones franceses a bombardear Yugoslavia, también ha contribuido a su desprestigio. De todas las plataformas, de todos los movimientos, los que centran su atención en la paz como paradigma humanista, junto a los que se oponen a toda forma de xenofobia y racismo y los que luchan por la igualdad sexual, son los más próximos a nuestra cultura como oposición a los efectos más perversos del capitalismo. Conviene recordar aquí que fuimos nosotros los que creamos la sección madrileña de una organización de tanto acervo y prestigio como "SOS Racismo" que hoy tenemos abandonada al meritorio esfuerzo de muy pocos camaradas, compañeros y amigos y que es, por otra parte, imprescindible que la nueva dirección garantice el funcionamiento eficaz de una Secretaría de la Mujer que definitivamente, asuma y acometa la acción política en tan transcendental frente.

  1. Las elecciones en Francia han supuesto el detonante de reflexiones sobre el alcance de las políticas socialdemócratas en el marco de una globalización no cuestionada que llevan a contradicciones entre medidas derivadas del acuerdo de unidad de izquierdas (35 horas y otras políticas laborales y sociales y determinadas posiciones singulares en el seno de la UE) y concesiones notorias al neoliberalismo en relación a privatizaciones y al imperialismo apoyando la guerra. El PCF hizo su autocrítica tras la derrota en las municipales, pero esa autocrítica no fue acompañada de una enérgica toma de posición para concurrir a las legislativas en candidatura única con el PSF. Esa candidatura, con el 19’5% de los votos, hubiera sacado a Le Pen de la segunda vuelta.

Más allá de ello, en la dialéctica de lucha y gobierno, ni se ha sabido mantener la tensión crítica, ni cogobernar manteniendo la movilización necesaria en contacto con las organizaciones y la realidad, produciéndose una ruptura entre el trabajo institucional, la tensión político-ideológica y el trabajo social. No basta con gobernar, hay que hacer política todos los días en todos los sitios. Finalmente, como siempre, los comunistas pagamos proporcionalmente más caro nuestro compromiso y nuestra responsabilidad, mientras formaciones políticas antisistema, que en Francia aún así se presentan a las elecciones, se mantienen o crecen.

El hundimiento del PCF y el "estallido" de la izquierda, la atomización, la división, el abstencionismo de parte de la clase obrera bien situada que ha supuesto casi un 10% del total, y la extracción social de los votantes de Le Pen, en un 75% compuesto por obreros, parados e inactivos, han tenido la virtud de devolver el interés por la política a muchos desencantados y a muchos que han apostado por las transformaciones sólo a partir de las movilizaciones o votando a formaciones que, por separado, no han impedido el triunfo de la ultraderecha.

Pero si se trata de hacer política todos los días en todos los sitios, se trata también de que no se puede hacer la misma política a todas las horas y en todas las partes. En Italia, Refundazione entra en coalición gubernamental en coherencia con su política de alianzas, rompe, posteriormente, el pacto de gobierno y no acepta un nuevo acuerdo electoral. El resultado es el triunfo de Berlusconi, Bosi y Fini. La reflexión actual está en que la ruptura del pacto de gobierno no debe suponer abandonar la lucha institucional. Esa ruptura y el posterior no acuerdo electoral no se plantean en términos de disyuntiva. El peligro de la consolidación y avance de la ultraderecha plantea la necesidad de un amplio acuerdo como síntesis innovadora entre lo institucional y lo social en una amplia movilización donde movimientos obrero y antiglobalización se dan la mano.

En Portugal, la política de no alianzas del PCP y su plataforma unitaria se han saldado con pérdida de votos y de espacio político, la pérdida del Gobierno por el PSP y el triunfo de la derecha.

No valen, por tanto, posiciones maniqueas, ni simplificaciones, sobre política de alianzas, sino la aplicación de la política en cada caso a las condiciones objetivas internas, de las que trataremos más adelante, y externas. En Austria, Dinamarca, Holanda y en las perspectivas que se apuntan en Bélgica, Alemania y, lo que es más paradójico, en los países nórdicos, la acción u omisión de los comunistas nada o muy poco ha tenido que ver con el avance de la derecha xenófoba, racista o abiertamente fascista. Desde los Acuerdos de Schogen (primera ofensiva de la UE contra la emigración y en pro de la seguridad entendida como lucha común contra un terrorismo interesada y ambiguamente definido) y después del 11-S, la tendencia en la mayoría de la ciudadanía europea es el cambio de la libertad por la seguridad.

Si frente a los nuevos fenómenos que provocan el miedo social, la política que hacen la derecha y la socialdemocracia es la misma, se aprovechará de ello la derecha donde no gobierne (Chirac y Le Pen, de momento, van juntos a la segunda vuelta en muchas circunscripciones) y la ciudadanía confundida y aterrorizada votará a la extrema derecha. Conviene recordar aquí que, a pesar de la fuerza del movimiento obrero y comunista en los años treinta y precedentes en la Europa del siglo pasado, el ascenso al poder del Partido Nacionalsocialista y, en menor medida, el del Fascio en Italia, se produjeron en sucesivos avances electorales. En 1924 los nazis obtuvieron 10 diputados, 12 en 1928, 107 en 1930, 196 en 1932, 288 en enero de 1933 y en julio del mismo año impusieron el partido único. Por su parte, los fascistas italianos obtuvieron 30 diputados en 1921, varios ministerios en 1922 y ya en 1924, eso sí, después de la Marcha sobre Roma y la entrega del poder a Mussolini por parte de Víctor Manuel III, 406 diputados sobre 535, lo que dio paso a la implantación de la dictadura.

El escenario europeo no está para Salazares o Francos, pero si la izquierda no defiende un discurso de recuperación de la cultura y los valores de izquierdas para su puesta en práctica coherente, mientras cobran auge movimientos antiglobalización y formaciones políticas antisistema, unas legítimas y otras instrumentales, el fascismo se nos puede colar por las urnas.

  1. La información, aun filtrada y manipulada, va arrojando luz sobre los atentados del 11-S. Sólo el futuro podrá aportar más datos para dilucidar qué grado de connivencia hubo por parte del Gobierno USA en la ya demostrada ineficacia en su prevención. Sea como sea, la ofensiva iniciada tras la desaparición de la URSS se ha intensificado a partir de dichos atentados por un capitalismo sin frenos ni contrapesos hegemonizado imperialistamente por el estado norteamericano y sus adláteres del primer mundo como instrumentos militares al servicio de la dominación de la economía y los recursos, de los mercados y la energía, en un proceso de crecimiento y concentración capitalista sin precedentes y perverso para la gran mayoría de la población mundial en el que los organismos internacionales con mayor poder de intervención real son instrumentos policiacos de imposición de medidas y modelos para el aumento de la tasa de beneficios del capital internacionalizado. Ésa es la globalización, más allá de la homogeinización cultural al servicio de la mayor alienación que describimos como mundialización, frente a las que los marxistas seguimos estando mejor preparados que nadie para su análisis y para aportar alternativas que confluyan en el socialismo.

Esa seguridad, ni es prepotencia, ni supone, como bien hemos demostrado en lo aprobado en el Congreso Federal, alejamiento enrocado en la posesión de nuestra verdad frente a los movimientos antiglobalización, sino propuesta de estar en todos ellos aportando nuestra visión de totalidad de lo que el capitalismo significa para que el nuevo sujeto que apuntan converja en un verdadero sujeto transformador y revolucionario. En su pluralidad, desde los más explícitamente anticapitalistas porque sus postulados son incompatibles con la esencia del capitalismo (pacifistas, defensores de la soberanía de los pueblos sobre sus recursos y su destino, alineados con causas soberanistas pendientes o cautivas, luchadores por la igualdad de la mujer y contra la violencia criminal ejercida contra ella, defensores del desarrollo sostenible apoyados en una rigurosa ecología política, etc...) hasta los que para algunos pueden presentar tintes reformistas (como los que luchan por nuevas reglas en el comercio internacional, la condonación de la deuda, la aplicación de la Tasa Tobin, el 0’7% para el desarrollo, la eliminación de los paraísos fiscales, la reducción de los gases del efecto invernadero, etc...), además de las profundas interrelaciones que tienen, suponen todos ellos, incluso estos últimos, frentes anticapitalistas, en tanto que la puesta en práctica de sus postulados supondría una reducción de la actual tasa de beneficios del capitalismo internacional a la que no está dispuesto por propia lógica interna, mucho menos hoy en que ha alcanzado la dimensión global en su expansión imperialista mientras la izquierda marxista, como señalaba en su informe nuestro Secretario General, no fue capaz de analizar los cambios que se estaban produciendo en el capitalismo, que afianzaba su poder, ni tampoco ver las profundas contradicciones que continuaba generando y profundizando el sistema, paralizándose así nuestra capacidad de respuesta política y social o, manteniéndonos a la defensiva, sin atrevernos a cuestionar radicalmente el sistema, en la creencia de que el socialismo como horizonte estaba muy lejos de las perspectivas de la izquierda transformadora, ya no digamos de la izquierda moderada y de la sociedad.

En gran medida, más allá de los intereses pequeño-burgueses y de los espurios afanes protagonistas y por ocupar espacios políticos, no lo olvidemos, sin apoyo social que los justifique, de algunos de los dirigentes de ciertos movimientos y plataformas, esa dejación, ese bajar la guardia en nuestra presencia ideológico-cultural y la pérdida de tensión crítica en algunas de nuestras actuaciones institucionales en IU, son factores que han contribuido a las relativas dificultades y reticencias con que, en algunos casos, debemos afrontar nuestra aproximación e incorporación a los nuevos movimientos.

  1. Para construir el futuro con la izquierda, en línea con el propósito del Congreso Federal, hay que tener presente, de un lado, que la condición necesaria en el desplazamiento del PP del poder desde nuestra autonomía como Partido y nuestra apuesta inequívoca por IU como instrumento de mediación programática y electoral y, de otro, que hoy no se da circunstancia objetiva alguna para considerar en nuestra política de alianzas en el ámbito estatal a un PSOE que si tuviera, como ayer, la oportunidad de gobernar con el apoyo de alguien volvería a rechazar la posibilidad de hacerlo con IU. Un PSOE que desde la oposición está ejerciendo todos los vicios de la tercera vía connivente con los aspectos más nefastos de la globalización. ¿Qué podríamos esperar si gobernase sólo o en compañía de las burguesías periféricas?

Pero el reto inmediato son las elecciones municipales y autonómicas y en relación a ellas conviene recordar que nuestra política de alianzas para las instituciones tiene muy en cuenta que a medida que cambian los ámbitos institucionales, su magnitud, competencias y proximidad a las gentes, debe cambiar, adaptándose, esa política de alianzas, y que en el ámbito de nuestra Comunidad el objetivo es desplazar al PP e imposibilitar sus políticas desde la autonomía de IU sin que la dirección del PSOE nos marque la política y en la plena conciencia de que gran parte de sus bases no pueden estar hoy satisfechas.

Aznar, el PP y la oligarquía han gobernado en loor de multitudes aquí y con pasmo admirativo y envidioso por parte de la derecha europea, aplicando las más brutales políticas destructoras de lo público, limitadoras de prestaciones y servicios sociales, favorecedoras de insólitas tasas de beneficios de grandes empresas y entidades financieras, en abierta ofensiva contra la clase trabajadora, con destrucción y precarización de empleo y siendo los primeros de la clase en la convergencia europea medida por el indicador macroeconómico más antisocial y neoliberal, el déficit público cero, y en abierta desconsideración de otros como la inflación, el desempleo, las desigualdades sociales, etc. Y todo ello, en un clima de paz social, de ausencia de conflicto social, sólo justificadas en la actitud de los grandes sindicatos de clase, en la connivencia en el modelo y las grandes políticas económicas y superestructurales por parte del PSOE y en nuestra incapacidad y la de IU para sentar las bases de una alternativa de izquierdas creíble. Ése ha sido el escenario de la España que iba bien.

Las desafiantes vueltas de tuerca del gobierno de la derecha en esta segunda legislatura, en la que ya determinados sectores sociales empiezan a ser conscientes o, al menos, a resentirse de los efectos del neoliberalismo aplicado con coherencia filosófica por el PP, han provocado importantes movilizaciones en relación a las modificaciones legislativas en el campo de la educación, tomas de posición de un alto valor ejemplificador como la de los trabajadores de SINTEL y, lo que es más decisivo, la convocatoria de la Huelga General para el próximo día 20.

Todo ha ido bien para el PP mientras los interlocutores sociales gestionaban subvenciones y convenían políticas y mientras la Iglesia se limitaba a administrar prebendas y reclama su hegemonía educativa en un país constitucionalmente laico, pero hoy, y los comunistas siempre hemos tenido paciencia, los grandes sindicatos vuelven a ser de clase y socio-políticos y la Iglesia pone sobre el tapete sus retos humanísticos y condena la nueva Ley de Partidos Políticos y el tratamiento que se ha dado, y que se pretende dar, a la inmigración.

Sobre la nueva Ley de Partidos, las expresas posiciones del PCE y de IU excusan más reflexiones. Sobre el endurecimiento del tratamiento de la inmigración y la extranjería, la propuesta del PP en línea con lo ya aprobado, o en vías de aprobación, en Italia, Austria, Dinamarca, Inglaterra, Alemania, ... y que va a proponerse en la Cumbre de Sevilla para toda la UE. Respecto a ese endurecimiento aquí el PP será el primero y más duro de la clase. Bajo el subterfugio de la "legalidad" no se plantea la legalización del medio millón de inmigrantes sin papeles en España, sino, en definitiva y más allá de muchos otros aspectos que vulneran los más esenciales derechos humanos, su inmediata expulsión y el mantenimiento de los "legalizados" en condición de ejército de reserva privado de derechos fundamentales, para el aumento de la tasa de beneficios.

En ese panorama, frente a la nueva actitud de Sindicatos, Iglesia, Estudiantes, Colectivos Ciudadanos dentro y fuera de los movimientos antiglobalización e, incluso, determinadas fuerzas políticas que han participado en el diseño y beneficios de la España que iba bien para algunos, el PP pone en evidencia los rasgos prefascistas que siempre le han caracterizado, la autoridad, la fuerza y el liderazgo y sitúa la contestación social en el escenario predemocrático de las Antiespañas subversivas desde la, ya no manipulación, sino la dominación empresarial de los medios de comunicación de masas más influyentes. Cuando el populismo quiebra, busca la válvula de escape de los chivos expiatorios: la inseguridad ciudadana, los inmigrantes, los estudiantes díscolos, los parados vagos, los sindicatos rojos, los antiespañoles todos.

Tenga o no tenga el PP en su seno a toda la derecha, la ultraderecha y el germen del fascismo, no le viene mal, para ese mensaje, para el fomento del miedo social, la aparición de engendros como la Plataforma Catalana del Sr. Anglada o la protección encubierta de partidos como la Democracia Nacional del Sr. Inestrillas; ni le viene mal, por supuesto en otro orden de cosas, algo como la Izquierda Verde del Sr. Mendiluce respecto a la que IU, especialmente IU-CM, debería estar no ocupada pero sí atenta.

Para los comunistas, la Huelga General es el momento político más importante de la acción de masas y para pulsar la conflictividad social realmente existente, la prueba de en qué situación se encuentra el movimiento real y sus posibilidades transformadoras. El Manifiesto Federal al respecto hace que no sea necesario abundar en su justificación y nuestro inequívoco apoyo, como el de IU. Ya hemos señalado cómo este Congreso es excelente oportunidad y el último momento para la tensión en nuestro papel en el logro de su éxito que, en el caso de Madrid, por sus peculiaridades estructurales, políticas y sociales, está menos garantizado que en otros lugares y, por el contrario, asegurado que los niveles de represión van a ser mayores. Por lo tanto, al verse reflejada la huelga, como siempre, en el espejo de la capital del estado, la necesidad de nuestra presencia activa en lo que queda hasta el día 20 y, especialmente ese propio día, es fundamental en relación a las actividades de IU-CM y a la colaboración con los sindicatos con y en los piquetes, con toda nuestra energía pero sin dar pie, en la medida de lo posible, a mayor represión de la ya anunciada.

La Huelga General, gracias a la recuperada lucidez de los sindicatos mayoritarios, sea cual sea su dimensión, supone un giro en las posibilidades de futura acción política con el que entramos en otra fase en la que debemos tener muy presente, como se recalcó en el Congreso Federal, que todo nos conduce a la política, a la recuperación plena de la política para abordar problemas y soluciones y que, ya en la política, entramos a fondo en la democracia, la que tenemos y la queremos construir, representativa y participativa.

En esta etapa, el socialismo al que aspiramos exige desarrollar la democracia hasta sus últimas consecuencias. Ése es, por otra parte, el sentido de la apuesta por la "democracia avanzada" del último Informe del Consejo Federal de IU. En ese sentido, porque es el modelo de Estado en que se dan las mejores condiciones para esa democracia avanzada, conviene recordar, como recordamos en el acto aniversario del cine Palafox que nuestra decidida opción por la República Federal y Solidaria, con el horizonte del socialismo al fondo, ni es añoranza ni es sentimentalismo. Es una perspectiva de futuro en la que cobran todo su sentido colectivo la solidaridad, la justicia y la libertad. Hoy nos afianzamos en nuestras ideas que mañana tendrán expresión en una España republicana, porque están amenazadas muchas de las libertades materiales y anímicas que con tanto esfuerzo creíamos haber rescatado, porque peligra la propia calidad de la democracia y porque, frente a ello, debemos impulsar, más que nunca, la participación ciudadana en su total y verdadera dimensión, la que sitúa la competencia y el derecho de las gentes en las decisiones sobre el reparto de los ingentes plusvalías que proceden, como siempre, directa o indirectamente, del trabajo. Y, a partir de ahí, algún día será posible una República de mujeres y hombres, de pueblos solidarios en la que las peculiaridades, las diferencias y los ámbitos de soberanía sean factores de equilibrio, de dignidad y de calidad humana, una República de derechos realizados en la igualdad en la que la marginación, la injusticia y la violencia sean sólo malos sueños del pasado.

Pero para eso, como señalaba el Informe del Secretario General, es necesario que las alianzas pasen por un acuerdo social y cultural, para el que un paso decisivo en la convocatoria del 20-J, junto a la necesaria comprensión de sus convocantes de que deben apoyar y estar en los nuevos movimientos y el apoyo a la huelga de esos movimientos antiglobalización. Organizando a todos los sectores que defienden políticas más avanzadas haremos retroceder al PP y a sus políticas. En ese sentido, Sevilla es un reto, continuador de Barcelona y de las movilizaciones producidas en estos meses. Debe ser también un paso firme para la construcción de Foros Sociales en cada localidad y en el conjunto del estado.

Debemos situar las reivindicaciones concretas en el marco de una perspectiva general y actual. Esta región sufre las políticas que emanan de las competencias estatales más que ninguna porque su estructura productiva es más débil y vulnerable. Aquí el paro y la precariedad son estructurales y proporcionalmente muy superiores a las de otras regiones en función de un producto regional interior bruto inflado por la posición dominante que los grandes grupos especulativos y financieros tienen en Madrid. Por eso, en el eje de todas nuestra acción proselitista debemos situar la centralidad del trabajo, la lucha por las 35 horas, la supresión de las empresas de trabajo temporal, el trabajo estable, saludable y sin riesgos laborales y, junto a ello, la perentoriedad del rescate de lo público y de una reforma fiscal que acabe con la rapiña sobre la clase trabajadora que posibiliten los niveles de bienestar, al mismo tiempo solidarios con los inmigrantes de ahora y los que deben venir y con los 6.000 millones de pobres del planeta, que las gentes que aquí vivan merecen como residentes y trabajadores de un país perteneciente al privilegiado club de los desarrollados.

En nuestra Comunidad, sin afán de exhaustividad, ni, por supuesto, de avanzar el programa electoral de IU, además de lo dicho en los documentos que vamos a debatir, conviene recordar reivindicaciones en distintos campos de la realidad.

Salud: eliminar los déficits hasta la consecución de un sistema público universal, con un hospital de referencia para cada 250 mil habitantes, especialmente en Madrid Sur y Este, Corredor del Henares y Sur Metropolitano. Elaboración de un nuevo mapa sanitario regional y atención primaria accesible para todos.

Educación: prestigio, eficacia y calidad para una escuela pública y laica. Resolución de los déficits en todos los niveles, especialmente en el ciclo 0-6 años, donde las carencias son más notorias. Revisión a la baja de los conciertos con la enseñanza privada. Acabar con la lacra del fracaso escolar. Oposición frontal a la reforma educativa (LOU y Mejora de la Calidad).

Vivienda: intervención pública correctora del mercado y cumplimiento del derecho constitucional a la vivienda en propiedad o alquiler, especialmente, en este caso, para jóvenes, mujeres con cargas y emigrantes.

Medio Ambiente: reducción drástica del CO2. Potenciación de las energías renovables y ahorro energético. Una nueva cultura del agua con gestión no meramente economicista. Política tarifaria discriminadora a favor de sus usos sociales. Reducción de residuos y su tratamiento integral no contaminante. Desarrollos urbanísticos sostenibles y no especulativos.

Accesibilidad: completar, coordinar y racionalizar el sistema de transporte público. Disuasión del vehículo privado.

Seguridad: basada en la libertad y el respeto a los derechos humanos. Atajar las causas de la inseguridad con políticas preventivas integrales.

Cultura: defensa de los medios públicos. Información y formación para la democracia participativa. Políticas e inversiones frente a la norteamericanización cultural y la alienación en general.

Asociaciones de Vecinos: potenciación como tejido fundamental para la participación, la gestión de lo público y la integración social y cultural.

Mayores: una nueva cultura y medios para su integración familiar y social y derecho universal a residencias públicas y pisos tutelados.

Mujer: hacia la igualdad real. Discriminación laboral positiva. Contra la escalada de violencia homicida.

Jóvenes: educación pública no discriminatoria ni segregadora, trabajo digno y estable, alternativas de ocio y culturales autogestionadas. Proyecto vital, en general.

Inmigrantes: integración administrativa, laboral, educativa, residencial... Volcarnos, como queda dicho en SOS Racismo. Contra la actual Ley de Extranjería y su endurecimiento.

En suma, crítica frontal y trabajo pedagógico en todas y cada una de las agrupaciones hacia sus entornos ciudadanos. Estos temas, uno a uno o en su conjunto, explicados a la luz de nuestras ideas y de la globalización en su perversidad que tan bien entendemos y nuestras alternativas para que otro mundo, otra Europa, otro país, otra región, otra ciudad, otro barrio y otra vivencia sean posibles, dan tanto de sí como para que cada agrupación sea un foco de contrainformación, cada comunista un agente de la concienciación ciudadana porque a ningún@ comunista le falte la respuesta clara y precisa frente a las inquietudes de las gentes de nuestros ámbitos y para que siempre, hoy que las cosas parecen empezar a pintar de otra manera, haya, cuando sea preciso, cinco mil comunistas y simpatizantes madrileños en la calle. Todo eso es la política que, hoy, vuelve a ser más posible y necesaria que nunca.

  1. La salida de nuestro anterior Congreso supuso por parte de este Secretario General, hoy saliente, una oferta sincera de unidad e integración en la corresponsabilidad con la política democráticamente aprobada, como necesidad que sentía, que el Congreso Federal ha enfatizado y que sigo, como la mayoría de los comunistas madrileños, situando como elemento esencial de nuestra eficacia política. Esa integración que se dio en un primer paso con la configuración de un Comité Ejecutivo cuya composición proporcional fue unánimemente aceptada, se intentó avanzar en la oferta de responsabilidad conjunta en la mayoría de las Secretarías y la presencia de la camarada Nines Maestro en la Dirección Permanente del Partido. Ambas ofertas fueron rechazadas, probablemente porque tenían una única y estatutaria condición, la disolución de la Plataforma "Por un Partido Vivo". Ni yo, ni el equipo que conmigo ha venido colaborando permanentemente en la dirección, ni gran parte de los miembros del Comité Central, ni de la mayoría de las agrupaciones, a las que se deben fundamentalmente los avances del Partido en la región, hemos sido capaces de convencer a un amplio conjunto de camaradas de la necesidad del trabajo unitario más allá de las legítimas posiciones por cuya defensa democrática hemos velado.

La crisis abierta a lo largo del último año en IU-CM, hoy afortunadamente en vías de solución, tampoco ha ayudado al normal desenvolvimiento del trabajo del Partido. Sin que, ni lo uno ni lo otro, justifiquen la incapacidad que asumo personal y exclusivamente en la pacificación y normalización de la vida del Partido, sí corresponden en relación a lo último algunas aclaraciones para atajar determinadas versiones interesadas que han circulado intentando situar a la dirección saliente en la crisis de IU-CM ejerciendo en ella una beligerancia posicionada. Nada más lejos de la verdad. La mayoría de esta dirección saliente y, desde luego, este Secretario General y la mayor parte de la militancia madrileña, siempre y también en esta ocasión, han tenido muy claro la necesidad del profundo respeto a los respectivos ámbitos de soberanía del Partido y de IU y del cumplimiento estatutario del precepto un hombre, una mujer, un voto en IU. Ésas han sido, y siguen siendo, señas de identidad, junto algunas otras que no justifican la desunión, que nos han separado de la minoría. Por tanto, la dirección saliente sí se ha preocupado por la crisis de IU-CM y, cuando lo ha estimado oportuno y útil para su superación, ha fijado en el debate los límites políticos para lograrla. Después, cada uno de nosotros y nosotras, y el conjunto de la militancia, se ha posicionado individualmente en ella como ha considerado oportuno.

Si la pluralidad de Izquierda Unida atraviesa al Partido en Madrid, lo cual es malo, ello no tiene ninguna coherencia con el marco de nuestro reciente XVI Congreso Federal y puede representar sólo el intento por abrir en el PCM la vía para una nueva pluralidad no sustentada en la diferencia política.

A pesar de nuestra incapacidad para lograr que la cohesión -que, para no quedarnos huérfanos de método como algunos querrían, en tanto que abandonar los métodos es poner en riesgo la eficaz aplicación de las ideas, es el principio que, en función de las circunstancias, hemos aprobado en sustitución del centralismo democrático- haya presidido nuestra vida y acción partidarias y de que seguimos sin tener el Partido que todos deseamos, desde el V Congreso, ni ha sido el instrumento de los intereses de nadie en IU, funcionando como reserva inactiva para las "grandes ocasiones", ni tampoco instrumento de presión para determinar unilateralmente la política de IU.

Ha sido, nada más y nada menos, lo que tenía que ser: un Partido soberano que utiliza su autonomía para influir en el proyecto desde nuestras concepciones marxistas e intentando que IU no derive en un formación de carácter radical pequeño-burgués incapaz de aglutinar los esfuerzos de lo mejor de la izquierda política y social para la transformación del país en línea con nuestros principios.

Aun con todas esas tensiones y dificultades, hemos avanzado, sin morirnos más ni curarnos del todo. Las nuevas afiliaciones, especialmente de jóvenes, no colman nuestras ambiciones y posibilidades objetivas, pero nos sitúan en una posición modestamente emergente. Los comités ejecutivo y central se han reunido cuantas veces como ha sido preciso, especialmente cuando se ha tratado de aplicar a nuestras circunstancias las políticas emanadas de los órganos federales. Otra cosa ha sido nuestra mayor o menor capacidad para transmitirlas a todos y cada uno de los camaradas.

El Partido ha estado presente en todas y cada una de las movilizaciones que se ha producido en Madrid a iniciativa política o de los viejos y nuevos movimientos e impulsando algunas de ellas. El nivel de participación de nuestra militancia en el proceso precongresual federal en sus dos fases ha sido notoriamente superior al del resto de las federaciones y ha supuesto la participación activa de casi la mitad de los camaradas. El propio proceso federal, por primera vez en nuestra historia, ha situado a nuestra organización con el rango que le corresponde en cuanto al número de camaradas madrileños presentes, en los órganos de dirección federal. Nuestro papel en las dos últimas fiestas del PCE, como esperamos lo sea en la próxima, ha sido muy relevante tanto en su organización, como en términos de participación activa, contribuyendo con ello a su éxito. Además, con gran esfuerzo militante y económico, al límite de nuestras posibilidades, hemos organizado dos fiestas del PCM que, sea cual sea la dirección entrante, debe garantizar su consolidación como punto de encuentro de todos los comunistas madrileños, simpatizantes y amigos.

Por su parte, la Fundación "Domingo Malagón" ha sabido, partiendo de la nada en términos de recursos materiales, llevar adelante una modesta pero interesante labor editorial y organizado eventos de gran importancia para nuestra memoria histórica, nuestro presente y nuestro futuro, que se han extendido a otras federaciones.

Debemos resaltar que, una vez normalizadas en el ámbito federal, las relaciones entre el Partido y la UJCE, el grado de colaboración entre la JCM y el PCM, especialmente en la actividad retomada y notoria de los jóvenes comunistas madrileños en iniciativas y movilizaciones que corresponden a sus ámbitos naturales, ha sido y está siendo plenamente satisfactoria. Junto al dato de nuevas afiliaciones al Partido, ese hecho y la actividad militante y proselitista que están llevando a cabo los jóvenes y que debemos seguir apoyando, nos sitúa en un panorama menos pesimista respecto a la gran preocupación por el relevo generacional que en etapas anteriores.

Constituye también un dato satisfactorio, y a la vez un enorme compromiso, el hecho de que en todo el ámbito federal la única Agrupación de Cultura del PCE existente y resistente sea la madrileña. De su esfuerzo salió la resolución que sobre el mundo de la cultura fue aprobada en el Congreso Federal y que hoy, ampliada, como una parte de los documentos de este Congreso, sometemos a su consideración. Tanto si es aprobada, enmendada o enriquecida con aportaciones que esperamos, constituye el germen para el trabajo de nuestra Secretaría de Comunicación y Cultura, en estrecha colaboración con la Secretaría de Organización Federal, hacia la configuración de Agrupaciones y Secretarías de Cultura en otras federaciones y de una Secretaría Federal de Cultura. Todo ello para que, como se decía en el Informe de nuestro Secretario General, los valores y principios de clase no vayan separados de la lucha social sino que sean una parte de ésta: la lucha cultural e ideológica. El papel de las ideas en la lucha cultural y la práctica, como laboratorio de su justeza, conduce a la hegemonía de valores diferentes a los dominantes, si se acierta en el análisis y en las propuestas políticas referentes a principios sobre el trabajo, los bienes colectivos, la igualdad, la corresponsabilidad, el esfuerzo de cada uno y cada una.

Después de año y medio de la Asamblea Federal de IU continúa siendo imprescindible el trabajo político a fondo y el impulso de todo el Partido y de todos sus militantes para superar la debilidad política, organizativa y electoral de IU. Si en relación a la Huelga General hemos estado, ha estado IU y estamos todos más allá de la altura de las circunstancias, con su mayor o menor éxito que tenemos que garantizar, ni se acaba la construcción de la alternativa a esta sociedad y a este mundo, ni podemos olvidar el papel de la política en términos electorales que nos sitúa en el próximo reto municipal y autonómico. De ahí la oportunidad del tiempo de este Congreso para que, una vez garantizado el éxito de la Fiesta de septiembre, estemos preparados para aportar todos nuestros esfuerzos a la recuperación y ampliación de la confianza de las gentes en IU.

Hoy, que después de muchos años, el PP se enroca en sus palacios de invierno con la cabeza gacha y al mismo tiempo desafiante, no podemos permitir que la levante.

Este Congreso se celebra en el XXV Aniversario, no de la "legalización" de nuestro Partido como eufemísticamente se entendió, sino de la necesidad conquistada a fuerza de sacrificios del reconocimiento de nuestro papel histórico y de nuestra imprescindibilidad en el logro, consolidación y perfeccionamiento de la democracia. Permitidme, por ello, terminar como terminé mi intervención en la sede de CC.OO. en el acto aniversario, recordando que los comunistas aquí, desde hace ya más de ochenta años, siempre hemos hecho y haremos lo que tengamos que hacer y creo que hoy no nos equivocamos si con y desde IU, con y desde los sindicatos de clase, especialmente CC.OO., con y desde todas las plataformas unitarias y con todas las gentes que sufren en su cuerpo, en su conciencia, o en ambos a la vez, los injustos y severos efectos de la hegemonía capitalista, no nos equivocamos, digo, si, con todos ellos, plantemos un futuro no muy lejano en que otro fantasma recorra Europa y el mundo, el fantasma de un más amplio y unitario movimiento consciente de que otro mundo es posible, pero consciente, al mismo tiempo, de que ese otro mundo requiere la construcción del socialismo democrático previo al comunismo de las libertades del hombre.

 

Madrid, 14 y 15 de Junio de 2002

Original tomado de: http://www.nodo50.org/pcm/informepol.htm 


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